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El Ayuntamiento de Banyeres del Penedès dio hasta el 31 de diciembre para comprar los terrenos de Masies de Sant Miquel bajo los que está la que debe ser la gran ciudad íbera del mediterráneo.
El alcalde Amadeu Benach esperaba que los propietarios diesen una respuesta a la oferta de 80.000 euros. «Pero no hemos tenido respuesta».
Catalogados
Así, el consistorio no descarta una expropiación que alargará cualquier resultado para intentar hacer públicos los terrenos que están catalogados como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
El objetivo del Ayuntamiento es que con una titularidad pública puedan impulsarse excavaciones para desenterrar el yacimiento.
Ayuntamiento y la Generalitat acordaron segregar la parcela para separar la zona de interés arqueológico de la que cuenta con viviendas de los propietarios.
No hay más oferta
Benach asegura que los propietarios inicialmente aceptaron la venta pero en los últimos meses no han respondido. El alcalde advirtió que no se iba a subir la oferta y recordó que en los terrenos no puede hacerse nada por la catalogación que tienen.
La fecha del 31 de diciembre se puso para evitar que cualquier negociación estuviese cerca de un época de pre campaña electoral por las municipales de 2019.
Recurrible
A la espera de la decisión que tome el Ayuntamiento, en el caso de que opte por la expropiación, los propietarios tienen la posibilidad de interponer un recurso.
Hace 20 años las obras para construir una balsa en la zona de Masies de Sant Miquel destaparon grandes muros con cuatro metros de altura que serían de viviendas de hasta dos alturas. Esa podía ser la gran ciudad íbera de la Cosetania Oriental que los arqueólogos buscan hace décadas.
La radiografía del terreno ha mostrado un complejo entramado de calles. Podría haber albergado población desde el siglo VII al II antes de Cristo y ocuparía unas cuatro hectáreas.
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