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Durante más de cinco años ha estado en el punto de mira del juez de El Vendrell y también, indirectamente, en el de sus conciudadanos de Torredembarra. Muchos le han negado la palabra y han hecho ver que no lo conocían. El empresario Blas Niubó ha tenido que esperar un lustro para que una a una las cuatro causas que había contra él se archivaran, sin llegar a juicio. Ahora quiere pasar página y dejar atrás estos malos recuerdos y experiencia que ha tenido, aseguran sus abogados, Manuela Perea y Francisco Zapater.
A principios de 2013, la Fiscalía presentó una denuncia ante el Juzgado de El Vendrell por el denominado Cas Torredembarra, de presuntas irregularidades de todo tipo cuando gobernaba el entonces alcalde Daniel Masagué. Durante este tiempo han sido decenas las personas que han estado imputadas en las nueve piezas en las que se ha ido desmenuzando la causa principal. En cuatro de ellas, Blas Niubó figuraba como investigado.
El 26 de junio de 2014, Daniel Masagué era detenido y al día siguiente ingresaba en prisión. Pero no fue el único arrestado por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de El Vendrell. Esta pieza principal sobre supuestos contratos irregulares por parte de la Policía Local se archivó y se fueron abriendo otras, al considerar el juez que había numerosas ramificaciones.
La pieza separada número 2, que contaba con 17 investigados, hacía referencia al concurso oposición para cubrir, con carácter de funcionario de carrera, una plaza vacante de inspector de la Policía Local. Los delitos que se incluían eran los de tráfico de influencias, prevaricación y soborno.
En este asunto, la imputación a Niubó venía dada por la grabación realizada al mismo en el que decía a otra persona que no perdiera el tiempo, que la plaza de inspector estaba dada a Josep Gili, por ser muy amigo del entonces concejal de Governació, José Oviedo. De Niubó se dice que «es una persona ajena a la estructura del Ayuntamiento pero muy próxima al entonces alcalde Sr. Masagué», según un auto de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona de 28 de febrero de 2018. Por ello, los magistrados aseguran que «no se identifica en modo alguno de qué manera o de qué modo el Sr. Niubó pudo participar, intervenir o influir en el proceso de selección que conllevó que fuera nombrado como inspector jefe el Sr. Gili». En dicho auto, la Audiencia acuerda el sobreseimiento de las actuaciones.
Niubó era uno de los cuatro investigados en la pieza número 4, por los delitos de tráfico de influencias, prevaricación y fraude a las administraciones públicas. Se trata de la adjudicación de la gestión de los chiringuitos de las playas entre los años 2011 y 2013 a quien era responsable local de CDC, Gerard Montserrat. Se pretendía aclarar si la adjudicación se hizo mediante un proceso negociado y sin publicidad. Para la adjudicación se presentaron tres empresas, que acabaron retirándose, pero todas estarían vinculadas a Montserrat.
Se da la circunstancia de que el que fuera responsable de CDC en la localidad estaba también vinculado a la empresa que hasta entonces había gestionado los chiringuitos. A pesar de que aquella empresa había incumplido las condiciones del contrato, Montserrat logró las adjudicaciones de nuevo. El caso llegará a juicio en el Juzgado de lo Penal 2 de Tarragona. Pero en el banquillo no se sentará Blas Niubó después de que tanto el fiscal como la acusación particular –Ayuntamiento de Torredembarra– no presentaran cargos contra él.
