Cal Badejo, 225 años amasando la historia de El Vendrell

El horno de la calle del Peix abrió en 1793

18 noviembre 2018 18:06 | Actualizado a 18 noviembre 2018 18:31
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Rosa Vilar recuerda la época de ‘la torna’, aquella pieza de pan que se añadía para completar el kilo. «Y ojo con no entregarla. Era obligatorio y podían venir los de tasas a comprobar si se daba».

Vilar ya no está al frente de la panadería. Dejó el relevo a su hijo Jaume Ribas después de décadas de trabajo y de ver la historia de El Vendrell a través del pan. Como lo hicieron sus padres y el abuelo...

Incluso algo antes
Cal Badejo es un templo del pan en El Vendrell que ha cumplido 225 años. La octava generación de panaderos sigue en la calle del Peix, donde comenzó en el año 1793. «Quizá si buscamos, incluso algunos años antes», explica Jaume Ribas, hoy al frente de ese santuario del pan.


«Cómo ha cambiado todo...», reflexiona Rosa Vilar mientras ojea papeles y recuerdos perfectamente archivados. Panes que pueden explicar una historia de El Vendrell desde que Francesc Romeu y Maria Gatell abrieron aquel horno en la calle del Peix de El Vendrell en el año 1793 y donde todavía sigue.

Del hatillo al 'llonguet'
De la época en la que los vecinos acudían con un hatillo para buscar aquellas piezas de kilo para la semana. O como durante la Guerra cuando algunos vecinos llevaban en un burro pan oculto en lecheras a personas escondidas en masías del interior.

Los tiempos cambiaron.  A principios de la década de los sesenta lo que más se pedía era el llonguet, el típico panecillo regordete. Era una época de boom de la construcción y muchos trabajadores lo pedían para el bocadillo.

Luego vinieron las oleadas de turistas en un El Vendrell que ya despuntaba. Había colas de coches frente a la histórica panadería. «Los extranjeros pedían mucho pan negro integral», Pero no como el que se comía durante la Guerra, explica Rosa Vilar.

Con los turistas Cal Badejo, entonces Cal Flaquer de Badejo, también preparó miles de panes de Viena para los hoteles que había en Coma-ruga. Fue una época de muchos panes de Viena y donuts. «Había que adaptarse a los cambios y a lo que se pedía. Eso y trabajar mucho».

Bacalao
Lo de Cal Badejo es por el apodo familiar. Viene de hace muchas décadas. De cuando hubo un funeral en la iglesia que está frente a la panadería y al que acudieron decenas de personas. En la panadería prepararon bacalao para ofrecer a esas gentes. «En El Vendrell, como en muchos sitios al bacalao se le llamaba badejo», explica Rosa Vilar. Y de ahí un nombre que ha quedado en el imaginario de El Vendrell. Los de Cal Badejo.

Hoy la octava generación está al frente de lo que es una institución en El Vendrell. Heredando formas de hacer y sabores. Porque abuelas y abuelos que hoy van a buscar el pan a la calle del Peix lo hicieron hace ya muchos años siendo niños.

Desde niño
Jaume Ribas y Montse Vidal están al frente de la panadería de la calle del Peix. Siendo un niño Ribas ya correteaba entre los sacos de harina y las barras de pan. «Te acostumbras y creces con ello». Y seguramente el ADN se impregna de masa madre y de tradición. Y a las maneras de hacer con el mejor producto.

Hay pocas fotos que tengan más de cinco décadas que muestren a Cal Badejo. Porque en un horno hay que trabajar mucho. Pero los más mayores recuerdan aquellos montones de ramas de pino frente al local, apoyados en la fachada de la iglesia y que servían para el horno. Y aquel mostrador de madera que había en el local, antes de la restauración.

El mostrador
«Aquel mostrador estaba en otra panadería que cerró hace muchas décadas. Todo el mobiliario lo compramos entre el resto de panaderos para que no pudiese abrir otro», recuerda Rosa Vilar.

Cal Badejo celebra sus 225 años con el mejor reconocimiento. El de los abuelos que entraron en el local siendo niños. A por aquellas cocas enramadas con espinacas, pimientos y judías. que son historia de El Vendrell. «Se han celebrado muchas cosas entorno a una coca enramada». En Cal Badejo, 225 años. Y con ganas de seguir amasando la historia de El Vendrell.
 

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