Cristina García Lucena los usaba para meterse en el agua con sus perros. O cuando entrena a tenis para sudorar más y que el ejercicio tuviese más efecto. ¿Para bucear? «Para nada», explica.
Pero los dos trajes de neopreno que tenía por casa podían ayudar. Vio que el material con el que están hechos esos trajes es muy indicado para hacer mascarillas de protección.
Así que no lo dudó. Buscó en internet cómo se hacen las mascarillas, sacó la tijera y su hermana Lluïsa, que es quien sabe coser, se puso a la máquina.
Dos trajes de neopreno han dado para treinta mascarillas que Cristina y Lluïsa ofrecieron a la Policía Local.
«Es un material muy resistente y que después de su uso se puede lavar fácilmente con agua caliente», explica Cristina García Lucena. Hace unos días agentes de la policía recogieron el material en casa de las hermanas.
Unas mascarillas muy útiles y seguras para los agentes. García Lucena no dudó en poner a disposición sus neoprenos. Pueden proteger muchas vidas, señala. Las hermanas, confinadas en casa, buscan ahora retales con los que poder seguir ayudando.