Calafell intenta frenar la urbanización de una montaña

El juez da la razón a los propietarios para desarrollar un proyecto de 1989

07 noviembre 2018 17:24 | Actualizado a 09 noviembre 2018 12:48
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La montaña en la zona de Bellamar de Calafell era totalmente urbanizable según el Plan General de 1989, pero el Plan de Ordenación Urbana que aprobó el Ayuntamiento en 2011 recortó la extensión edificable.

El objetivo era preservar una de las masas forestales que quedan en Calafell y evitar una urbanización masiva del que también es un corredor natural.

Recurrido
Pero ese recorte fue recurrido por las promotoras propietarias de los terrenos y una última sentencia les reconoce la edificabilidad de 1989.
Para intentar frenar un intento de urbanización que llegaría hasta la cima de la montaña, el Ayuntamiento ha decretado una suspensión de licencias de urbanización en la zona de Bellamar. La restricción es para un año.

La suspensión urbanística temporal en una zona del municipio es una potestad que tienen los ayuntamientos. Con ella, el de Calafell busca ganar tiempo para encontrar una solución.

Una alternativa
El objetivo es intentar buscar una alternativa que deberá ser negociada con los propietarios del sector norte de Bellamar. La prioridad es evitar que pueda edificarse en la parte elevada de la montaña por el impacto paisajístico que tendría. 

La situación no es fácil y el equipo de gobierno asume la posibilidad de volver a los tribunales. El concejal de Urbanismo, Miguel Àngel Perín explica que la vía de la negociación «está en vía muerta». Señala que los propietarios exigen una elevada indemnización en el caso de perder los derechos urbanísticos de 1989.

Acuerdo
Pero Perín explica que tras el recorte de la previsiones iniciales de 1989, Ayuntamiento y propietarios llegaron a un acuerdo de consenso, «pero tumbado por Urbanisme de la Generalitat». 

La denegación del Plan Parcial de Bellamar la dictaminó la Comissió Territorial d’Urbanisme en 2014. Un año después el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, anuló la resolución y en 2016 laComissió d’Urbanisme aprobó el Plan Parcial en aplicación de la sentencia, que es definitiva desde 2018. Por ello los promotores piden continuar la tramitación de su plan urbanístico.

Grave
Perín reconoce que es un problema «grave» por la incompatibilidad de la sentencia y el plan general vigente. Debe buscarse un encaje que pasa por modificar el Plan General, pero de manera que el proyecto no tenga el impacto que amenaza. Un punto similar al del acuerdo de hace unos años.

De momento en un año de parón de la zona no podrán tramitarse planes urbanísticos ni concederse licencias de parcelación de terrenos, edificación, reforma, rehabilitación o derribo de construcciones.

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