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El Ayuntamiento de Calafell impulsa la campaña La papeleras no son contenedores para intentar concienciar a la población de que evite tirar las bolsas de basura en las papeleras.
El problema que genera esa acción es que satura la papelera. Provoca así que muchos de los residuos que se lanzan de manera correcta acaban cayendo al suelo y generando una imagen de suciedad.
Pero además, normalmente quien realiza esa acción incívica no acostumbra a reciclar, por lo que en la bolsa suele haber restos de comida que generan olores en las calles e incluso liberan líquidos que ensucian la zona.
Hay que destacar que normalmente los residuos de las papeleras, recogidos por los servicios de limpieza viaria, siguen vías diferentes que los de los contenedores de las basuras. Quien tira la basura en las papeleras hace un mal uso de los dos servicios.
La situación se ha incrementado en los últimos meses por la retirada de contenedores de basura de rechazo (los de color gris). Hay así vecinos que por no caminar unos metros tiran las basuras en el interior de las papeleras o las dejan a sus pies.
El Ayuntamiento ya impulsó una campaña para intentar evitar esos actos de incivismo colocando unos adhesivos en las bolsas de basura y dejando los residuos en la calle para avergonzar al incívico y señalar la acción en el barrio.
La problemática se repite en otros municipios, donde como medida de prevención reducen la boca de entrada de la papelera para evitar que se lancen bolsas de basura. Sin embargo en ese caso el incívico la deja a los pies en plena calle.
La situación se incrementa durante los fines de semana y no se ha logrado reducir. Son muchos los vecinos que piden multas para quienes sean vistos tirando la basura fuera de los contenedores o que se intente detectarlos abriendo las bolsas como ya se hace en otros municipios como El Vendrell.
