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El núcleo de Segur de Calafell es el más poblado del municipio y multiplica los residentes en verano. Pero teme quedarse sin sucursales bancarias. Una situación similar a la del núcleo del pueblo. Las oficinas de diversas entidades se van a concentrar en la playa.
La situación indigna a los vecinos, muchos de la tercera edad y que carecen de medios de transporte. Advierten que no podrán realizar gestiones presenciales, sacar o ingresar dinero. Son personas no están acostumbradas a la banca digital y quieren seguir utilizado efectivo.
El Ayuntamiento ha aprobado una moción de En Comú Podem de protesta por el cierre de oficinas bancarias en el municipio. Lamenta además una reducción de cajeros en oficinas que ya han cerrado por un traslado. Los vecinos también han impulsado una recogida de firmas en la plataforma Change.org.
Limita el acceso
La moción señala que el cierre de sucursales limita el acceso a los servicios bancarios presenciales y personales a importantes sectores de la población «especialmente a la que tiene más dificultades con sistemas digitales».
En la recogida de firmas en Change.org se explica que algunas entidades ya han cerrado oficinas en los núcleos afectados y otras lo harán en otoño. Alertan que la situación no sólo afecta a particulares sino también a comercios «para realizar los ingresos de la recaudación diaria, conseguir cambio de moneda para el día a día o papel para los datáfonos cada vez que cobran con tarjeta. Conllevará a que las personas mayores retiren grandes cantidades de dinero (toda la pensión) para así sólo hacer un desplazamiento al mes».
El consistorio también reclama recuperar la atención personal y pide a la Generalitat que impulse una regulación para que las entidades financieras ofrezcan «unos servicios personalizados mínimos que garanticen la igualdad de acceso a los servicios bancarios a todas las personas.
