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Calafell tiene ahora repartidas por calles y otros puntos sensibles una veintena de cámaras de videovigilancia que llevan las imágenes a un control central en las dependencias de la Policía Local.
Además de un pretendido efecto disuasorio, han servido para iniciar investigaciones policiales e identificar a los responsables de alteraciones del orden e incluso detener a personas que cometían robos en viviendas.
El Ayuntamiento prepara un nuevo despliegue de cámaras de videovigilancia. Según el concejal de Seguridad ciudadana, Artur Peña, ahora se está estudiando el número de dispositivos que serían necesarios y las ubicaciones.
El plano
«El plano de distribución y número de equipos debe estar ultimado a finales de año. A partir de ahí se irán colocando según la disponibilidad presupuestaria». El objetivo es que cada año haya una partida para extender la instalación de cámaras. La elección de los puntos donde habrá equipos de vigilancia se hará según las intervenciones policiales y hay más inseguridad.
Según ha confirmado el Diari, el entorno de las estaciones de tren serán prioritarios. Las estaciones tienen cámaras para sus instalaciones, pero los usuarios del tren destacan que cuando salen de las estaciones se sienten inseguros. Especialmente sucede en el entorno de la estación de Segur de Calafell, donde los vecinos piden que haya patrullas de policía, sobre todo a las horas nocturnas.
Urbanizaciones
El alcalde de Calafell. Ramon Ferré también destaca que las entradas a urbanizaciones y en el entorno de edificios municipales son otras prioridades de instalación. Pero deberá acordarse en el estudio que realizan técnicos, expertos en seguridad y Policía Local.
El concejal de Seguridad ciudadana, Artur Peña, explica que las cámaras son un elemento que refuerza la seguridad «y vamos a apostar claramente por ello».
Esos dispositivos, además del efecto disuasorio y que debe tratar de infundir mayor sensación de seguridad, también han servido para detener a diferentes individuos. Hace unos meses las cámaras del entorno del castillo permitieron identificar y arrestar a cuatro hombres que habían robado en una vivienda del núcleo histórico.
Peña destaca que la instalación debe contar con todas las autorizaciones «y que sea realmente efectivo. Según la ubicación, una cámara puede ser más operativa que media docena. Y es lo que están analizando los equipos técnicos».
Encriptadas
Destaca el elevado coste que tiene el sistema ya que las imágenes deben llevarse a las pantallas centrales de la Policía Local. Pero debe hacerse a través de líneas individuales y encriptadas para evitar que puedan ser pirateadas para otros usos.
Fue a principios de año que Calafell activó una gran pantalla en las dependencias policiales a la que llegan las imágenes de las cámaras y la ubicación exacta de los agentes y vehículos patrulla. La pantalla se actualiza cada siete segundos y con una precisión de entre dos y cinco metros. El objetivo es poder movilizar a los agentes más cercanos en caso de un aviso de emergencia.
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