Calafell sacará la escuela de vela de la playa y la llevará al puerto de Segur

Este verano hahabido tensiones entre practicantes de patín catalán con los bañistas que no querían barcas

19 mayo 2017 18:20 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:55
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La escuela de vela de Calafell, que ahora está junto a la cofradía de pescadores, se trasladará al puerto de Segur. Aunque durante la mañana de ayer el Ayuntamiento también señaló que el varadero para los patines catalanes que está sobre la arena frente al Club Náutico en Segur también iría al puerto, a lo largo de la tarde evitó precisar el espacio para los patines.

La ubicación de los patines en la arena ha provocado este verano enfrentamientos entre los vecinos de la zona y los practicantes de esta modalidad de vela. La situación ha llegado a discusiones verbales e incluso a que cada mañana apareciesen cristales rotos en la zona de varadero y daños en algunos de los barcos.

‘Muchas quejas’

El alcalde de Calafell Ramon Ferré explica que este verano el Ayuntamiento «ha recibido muchas quejas por escrito sobre la problemática convivencia entre los bañistas y los deportistas de la escuela». Apunta que la solución «es recuperar la zona de actividades náuticas que estaba prevista en el puerto y que sólo funcionó esporádicamente años atrás».

Sin embargo el también posible traslado de los patines al puerto levanta recelo entre los aficionados a este tipo de embarcaciones. Según se explica la estructura de estas barcas sin timón ni orza son incompatibles para entrar en la bocana de un puerto y en un entorno rodeado de barreras de rocas. Además, sus dos cascos son de madera por lo que no pueden entrar en la superficie dura de un puerto.

Errantes

El varadero de patines había estado en la zona de la cofradía junto a la escuela de vela y el Bot Salvavides y el Consistorio decidió eliminar esa concentración para evitar las quejas de los vecinos. Se decidió trasladar el varadero del Club Patí a una zona próxima a la calle de ocio nocturno y la primera noche la caseta y algunos barcos ya sufrieron daños.

Entonces se optó por un nuevo traslado frente al club náutico, pero los vecinos de edificios de primera línea iniciaron una campaña contra la presencia de esas barcas en la arena de la playa y frente a sus casas, ya que ocupaban una anchura de unos 80 metros.

Amenazas

Desde el primer momento se desató la tensión y en algunos balcones aparecieron carteles contra la presencia de los barcos. En la playa se producían insultos y amenazas por las que en alguna ocasión ha tenido que acudir la Policía Local y técnicos a comprobar que los barcos cumplían con la zona autorizada.

A finales de verano el Ayuntamiento habilitó un canal de entrada y salida de barcos para intentar evitar que los bañistas contrarios al varadero se colocasen en esa zona para dificultar la navegación.

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