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La intencionalidad parecía clara. Causar un incendio imparable por el fuerte ventoral que había. De haber prendido, el fuego habría sido devastador. En la misma zona donde el pasado verano pudo controlarse otro incendio pero que obligó a desalojar a los vecinos de una urbanización.
Sobre la 18.20 de la tarde de ayer, en un momento de fuerte temporal los vecinos detectaron una columna de humo en una zona de bosque junto la urbanización de Bellamar de Calafell.
Hasta la zona acudieron cuatro dotaciones de bomberos. La urgencia tenía el agravante del fuerte viento que soplaba. Y que de consolidarse las llamas, la masa forestal continua lo podía hacer imparable.
Y no es la primera vez que se intenta arrasar con el fuego la masa forestal entre las zonas de Mas Mel y de Bellamar de Calafell. El pasado verano los vecinos explicaron que minutos después de las llamas vieron a dos jóvenes en moto huyendo de la zona.
Sin embargo las primeras investigaciones concluyen que el incendio que comenzó en la zona estuvo motivado porque el viento tumbó un cable eléctrico. El chispazo prendió en una zona de matorrales.
La rápida intervención de vecinos al avisar y de los bomberos en la extinción evitaron daños mayores. Una hora antes los bomberos también tuvieron que intervenir en la calle Bulgaria de Segur de Calafell porque el viento tumbó un poste eléctrico y causo un pequeño fuego pero en zona urbana, que sólo afectó al propio poste.
