Calafell ultima la lista de las perreras ilegales que derribará

Las asociaciones de vecinos piden una acción contundente contra estos recintos

18 agosto 2017 19:16 | Actualizado a 18 agosto 2017 19:21
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El Ayuntamiento de Calafell ha comenzado a elaborar el inventario de perreras que hay en el municipio. El estudio determinará las que deben derribarse por no cumplir la normativa urbanística.

Las asociaciones de vecinos habían reclamado soluciones después de que hace unos meses la imagen de un perro muerto en una de esas instalaciones, revelase las deficiencias e ilegalidad de muchas de esos recintos en los que se hacinaban decenas de perros.

Media docena
El inventario señala que en 2013 había 8 perreras y que este año se han detectado media docena. Antes de 1989 no había normativa, pero a partir de ese año las que estén hechas pueden derribarse, de la misma manera que las que no estén registradas.

El Ayuntamiento detallada que en la perrera de Mas de l’Espasa en 2013 había 39 perros y 19 jaulas. Según el informe este año había 17 perros (uno por jaula). Esta perrera está denunciada por el Servicio de Protección a al Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Es anterior a 1989 y sólo podría legalizar una tercera parte.

Demoler
Otra de las investigadas es la que hay en la zona de Mas d’en Vives, con 6 jaulas y 7 perros. Se ha detallado que está en buen estado y cuenta con fosa séptica, pero está en un terreno no urbanizable y se podría derribar.

La instalación que primero irá al suelo será la de la zona de la Rafaela, en la que se encontró el perro muerto. El informe destaca que no es una obra sino una instalación de chapas. En 2013 había 22 perros en 11 jaulas y este año se han encontrado 29 animales.

Esta levantó la indignación entre los vecinos y tiene una denuncia del Seprona y otra del Consistorio. Por ello las entidades vecinales que pidieron una actuación contundente y reclaman que se derribe.

El equipo de gobierno explicó que con la nueva ordenanza de tenencia de animales, muchas de estas instalaciones podrían clausurarse. «El Ayuntamiento cerrará todo lo que no cumpla. Sea por normativa urbanística, medioambiental », explicó.

Pero además los vecinos reclaman que se haga un control constante para velar por el estado de los animales.  Desde el Ayuntamiento se dijo que habría controles aleatorios y cada dos días se comprobará que se ha cambiado el agua.

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