Calatayud: 'Esta sociedad tiene una crisis de valores y está deshumanizada'

El escritor barcelonés residente en Altafulla ganó este diciembre el cibercertamen de relatos Hipatia d’Alexandria, organizado por la asociación Anim de Lleida

09 enero 2019 12:59 | Actualizado a 09 enero 2019 13:05
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Un anciano abandonado a su suerte en un centro comercial en plena vorágine de compras. Un abuelo maltratado, sin documentación y sin dinero en Navidad, en una cualquiera de las que se celebran cada diciembre, como la última, de hace tan solo unos días. Un abuelo que era un estorbo para su propia hija, quien decide prescindir de él como si de un objeto se tratara.

Afortunadamente la historia solo es un relato, un cuento descarnado sobre la sociedad en la que vivimos y el trato a veces inhumano que infligimos a nuestros mayores. Es El Déu del Nadal con el que el escritor altafullense Jaume Calatayud ganó el pasado mes de diciembre el cibercertamen de relatos Hipatia d’Alexandria, organizado por la asociación Anim de Lleida. 

«No sé si atreverme a afirmar si una circunstancia como esta se puede dar. Aunque sí hay gente que se saca de encima a sus abuelos, no sé si de una forma tan cruel o espectacular como marca el relato», cuenta su autor. 

Vejez, pobreza y soledad eran las bases del certamen, al que se presentaron 462 candidaturas y que otorgaba un premio de 300 euros. El escritor, nacido en Barcelona y residente en Altafulla desde 1987, reconoce que no acostumbra a escribir historias tan tristes, «pero con el lema que se pedía era muy difícil escribir algo que tuviera un punto de optimismo», manifiesta.

A pesar de que no se planteó transmitir ningún mensaje, subraya que «desgraciadamente esta sociedad está cada vez más deshumanizada, con una crisis de valores». Calatayud es un veterano de la pluma desde que dejó su trabajo en una Caja de ahorros hace ya unos 20 años para sumergirse en lo que verdaderamente le apasiona.

«Me lancé a una piscina que no sabía si tenía agua y decidí que si lo que me gustaba era la literatura, debía ganarme la vida trabajando en cosas relacionadas con ella». Desde entonces ha ido alzando galardones literarios y nada se le resiste ya sean correcciones y traducciones hasta guiones, narrativa y sobre todo, poesía, en catalán y en castellano. Es justamente la magia de la rima la que le ocupa más tiempo junto al músico Vicente Monera. Ambos ofrecen composiciones poético musicales dedicadas a reconocidos poetas y cerraron el pasado 2018 con más de medio centenar de recitales. 

Como lector se declara amante del género negro, con el escritor islandés Arnaldur Indridason a la cabeza aunque «indiscutiblemente» es a Josep Pla a quien rinde especial devoción. «Hay quien tiene tanto talento y otros que tenemos tan poco. El talento es solo para privilegiados», sentencia.

Sin embargo, como siempre, la última palabra la tiene el lector, que no debe dejar de leer ese Déu del Nadal, un relato desolador y pétreo pero al mismo tiempo lleno de ternura y sensibilidad.

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