Cambrils dice 'no' a la consulta sobre la estación

El gobierno vota en contra de la moción presentada por los grupos de la oposición, ERC y Junts, para que sea la ciudadanía la que decida qué hacer con el edificio histórico

26 noviembre 2021 18:20 | Actualizado a 27 noviembre 2021 16:43
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El gobierno del Ayuntamiento de Cambrils reafirmó ayer en el pleno su decisión de derribar el edificio de la antigua estación de tren. NMC, PSC, Cs, PP y los dos concejales no adscritos votaron en contra de la moción que presentaron los partidos de la oposición, ERC y Junts per Cambrils, para convocar una consulta popular para decidir el futuro del histórico inmueble.

La exalcaldesa Camí Mendoza fue la encargada de leer la propuesta que sumaba un nuevo capítulo al debate ciudadano que se ha generado en estos últimos meses sobre si se debe conservar o no el edificio. Tras las declaraciones a principios de mes del concejal de Urbanisme, Enric Daza, que confirmó al Diari que se incluirá una partida en el presupuesto de 2022 para demoler el equipamiento, los grupos de ERC y Junts consideraron oportuno presentar una moción para que fueran los cambrilenses los que se manifestaran sobre si querían mantener la estación o tirarla al suelo.

Mendoza recordó que el partido que ahora lidera el gobierno del consistorio cambrilense, el Nou Moviment Ciutadà, se contradecía con su programa electoral de 2019, donde anunciaba su voluntad de conservar el inmueble que se remonta a 1865. «Preservaremos y daremos usos ciudadanos a los edificios sin actividad de la Estació de Tren así como de la antigua Escola Municipal de Música cuando se traslade», leyó del programa la portavoz de ERC.

La moción también hacía referencia a la conexión de la avenida de Josep Vidal i Barraquer con la de Horta de Santa Maria que recoge Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), un plan que se podría modificar si hubiese voluntad del gobierno. «Es evidente que se trata de un documento vivo que puede variar según las necesidades del municipio», expuso la exalcaldesa.

La propuesta de ERC y Junts remarcaba la necesidad de mantener el patrimonio cambrilense como ya se aprobó por unanimidad en el pleno de abril del año 2003 y como recogían varios informes de los técnicos de Cultura, que defienden su conservación.

«No nos podemos permitir perder otro elemento. Tenemos que aprender de los errores y hacer una propuesta conjunta (…) Ante la diversidad de opiniones, instamos al gobierno a incorporar las múltiples miradas de la ciudadanía y que se haga una consulta para decidir qué hacer con el edificio», manifestaron los partidos de la oposición, que también pidieron que se paralizara el proceso de demolición y se incluyera en el presupuesto del próximo año una partida para llevar a cabo esta consulta.

«Claros y concisos»

Tras la lectura de la moción el alcalde Oliver Klein tomó la palabra para anunciar el voto contrario del gobierno. «En esta cuestión debemos ser claros y concisos. Creo que llegamos tarde. Ahora toca gobernar y tomar decisiones. En el anterior gobierno se presentaron informes desde dos ámbitos diferentes, creo que llevamos tiempo reflexionando sobre el tema. El gobierno actual está a favor de la oportunidad de abrir una avenida desde el barrio antiguo hasta el barrio del puerto», afirmó Klein.

El alcalde también dijo que en su momento, cuando se elaboró el POUM, ya se hizo un proceso participativo para determinar cómo sería el Cambrils del futuro. «No vale la pena perder más tiempo, se deben aprovechar las oportunidades», apuntó.

Ante este posicionamiento del gobierno Mendoza mostró su preocupación por el hecho de se destinara una partida económica para demoler el edificio y posteriormente otra partida más para construir los equipamientos, uno a cada lado de la avenida, que contempla el POUM. En esta línea, el portavoz de Junts, Lluís Abella, pidió al gobierno que hable con Adif, titular de las instalaciones ferroviarias, para que asuma los costes del derribo y que no corra a cargo de los cambrilenses. De nuevo, el alcalde se mostró rotundo con la decisión. «Hay una mayoría en el gobierno para demoler el edificio», concluyó.

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