Cambrils proyecta una tumba para dar sepultura a gente sin recursos

El actual servicio de inhumaciones sociales ha quedado desfasado. El nuevo panteón tendrá capacidad para ocho cuerpos

19 mayo 2017 23:02 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:23
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El Ayuntamiento de Cambrils ha proyectado la construcción de una tumba para poder llevar a cabo inhumaciones sociales en el Cementiri Parroquial, con el objetivo de dar digna sepultura a las personas que fallecen sin tener recursos económicos y no disponen de familiares que se hagan responsables. Las administraciones locales están obligadas a hacerse cargo de estos casos. Pero el servicio, ahora, ha quedado desbordado. Según explica la concejal de Benestar Social i Família, Lluïsa Rom, «ahora han confluido varios factores, como el incremento de la población, la crisis económica y la soledad de algunas personas mayores que se encuentran sin un entorno familiar, y esto hace necesaria esta actuación».

La parroquia de Santa Maria cederá el terreno al Ayuntamiento, que se hará cargo de la construcción de la tumba. El presupuesto de la obra es de unos 7.900 euros. Los arquitectos municipales ya han redactado el proyecto, y ahora solo falta desarrollar la actuación, para «solucionar a largo plazo este problema», apunta la edil. La iniciativa está sujeta a que haya disposición presupuestaria.

 

La primera, en 1977

La primera inhumación social registrada en el municipio de Cambrils por parte del consistorio fue en el año 1977. Entonces el municipio tenía 10.405 habitantes. Pero fue en 1984 cuando se crearon los Serveis Socials d’Atenció Primaria. Entre los recursos que se ofrecían a la ciudadanía, se incluía el servicio de inhumación social.

Inicialmente el cementerio contaba con una tumba con capacidad para cuatro cuerpos, y que dio cobertura a la necesidad de enterrar a personas que fallecen en el término municipal, a ciudadanos de Cambrils, y a familiares.

El consistorio apunta que «el importante incremento del volumen de población del municipio (que supera ya los 33.000 habitantes) ha hecho que se produjera un significativo desfase entre la disponibilidad del recurso actual y la demanda existente». Además, tienen que pasar cinco años desde el entierro para poder ubicar un difunto en el osario.

 

Alquiler de nichos

Desde la concejalía cambrilense de Benestar Social i Família apuntan que «el recurso existente en la actualidad resulta totalmente insuficiente, hecho que ha obligado a tener que alquilar algunos nichos». Esto supone un incremento del gasto previsto en un principio, ya que al coste del alquiler del nicho se le suma el del traslado de los restos a la fosa, una vez transcurridos los cinco años reglamentarios.

Según los registros que tiene el Ayuntamiento, en los años 2006, 2007 y 2008 tuvo que hacerse cargo de la inhumación de un cuerpo al año, una cifra que se disparó considerablemente en el año 2009 –coincidiendo con el estallido de la crisis económica–, cuando tuvo que encargarse de cinco casos. En 2010 no hubo ninguno; en 2011 se dio sepultura a un difunto; en 2013 se hizo cargo de tres cuerpos; y en 2014, de dos. Asimismo, ha tenido que inhumar un total de catorce difuntos en los últimos ocho años.

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