Cambrils arregla vías con los restos del puente

El departamento de Obra Pública ha mejorado ocho caminos municipales

23 junio 2019 16:19 | Actualizado a 23 junio 2019 16:28
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Justo cuando se cumple un año de la apertura al tráfico del nuevo puente de la antigua N-340, el departamento de Obra Pública del Ayuntamiento de Cambrils ha cumplido con uno de los compromisos adquiridos antes de empezar la demolición de esta barrera arquitectónica. El área ha usado los escombros generados por el derribo, iniciado en septiembre de 2017, para arreglar ocho caminos de titularidad municipal.

La acción, que se ha hecho este mes de junio, ha servido para mejorar doce tramos que estaban muy deteriorados por el paso del agua y por los coches de vecinos que tienen sus fincas en esas zonas, entre otras causas. En concreto se han reparado los caminos Mas de Sangenís, Mas d’en Bosch (dos tramos), el Camí de Barenys, el vial ubicado entre el Camí de les Bassasses y la Carretera de Montbrió, tres tramos del Camí de Riudecanyes, dos del Camí dels Masos y el Camí de Belianes. 

Según fuentes municipales, la tierra y runa que se extrajeron de las demoliciones se transportó a un terreno del polígono Belianes, gracias a un acuerdo con la propiedad, donde se trituró y se formó una mezcla con un 65% de tierras, un 20% de hormigón y un 15% de aglomerado. En total se han extendido y compactado 5.872 metros cúbicos de esta base para arreglar los caminos que suman una longitud de 11, 35 kilómetros. Una acción que se ha presupuestado en 131.052 euros. 

Por el otro lado en abril también se iniciaron las obras para mejorar el entorno del Molí de les Tres Eres, que se había visto afectado por los trabajos de demolición y construcción del puente. La empresa Romà Infraestructures i Serveis SAU, la misma que se encargó del derribo y posterior remodelación de la avenida Baix Camp, está ejecutando el proyecto por un importe de 73.484,10 euros. 

Las obras tienen un ámbito de actuación desde el nuevo puente sobra la riera de Alforja hasta el cruce de la avenida Adelaida con Via Augusta, justo el tramo donde está ubicada la sede principal del Museu d’Història de Cambrils. Por un lado se creará un acceso solo para viandantes y bicicletas en el recinto del museo desde la avenida Adelaida, separando el carril del de vehículos, que se situará en la calle Nova Via Augusta. 

Por el otro lado se recuperará el cierre exterior perimetral que se había visto afectado, así como la zona ajardinada. Con las obras del puente se tuvo que ocupar buena parte del terreno para poder reconfigurar las aceras y los viales de circulación. Por este motivo, desde el área de Serveis del consistorio, en coordinación con el Museu d’Història, se apostó por recolocar la valla exterior con sus consecuentes variaciones para adaptarla a la nueva configuración de la zona y a las necesidades del público que visita el espacio patrimonial. 

Diez meses de obras

Las obras de reconversión de la N-340 y la construcción del puente se prolongaron durante diez meses. Fue a finales de septiembre de 2017 cuando se iniciaron la primera y segunda fase del proyecto que se adjudicó a Romà Infraestructures i Serveis por un importe de 959.014,87 euros. Este proceso se centró en el derribo de la histórica estructura arquitectónica, la construcción de la nueva plataforma y la urbanización parcial de la avenida Baix Camp. 

La tercera fase consistió en la pavimentación del nuevo paseo de seis metros de ancho, los trabajos de ajardinamiento y la instalación del alumbrado público y del mobiliario urbano. Unos trabajos, con un importe de 209.135,93 euros, que se ejecutaron pasado el verano. Ahora está pendiente la cuarta fase, que servirá para urbanizar el tramo de la avenida Baix Campo hasta el antiiguo Lidl con un presupuesto de ejecución de 87.742,21 euros.

A finales de junio de 2018 el consistorio abrió el tramo remodelado y lo hizo con polémica, ya que la barandilla roja del puente fue muy criticada porque dificultaba la visión de los conductores  Muchos señalaban que el desnivel del tramo y los barrotes muy juntos provocaban problemas par ver con claridad la circulación. A finales de enero el área de Obra Pública sustituyó el elemento por otro de acero inoxidable mucho más funcional que tenía un precio de cerca de 25.000 euros. 

En la actualidad la baranda inicial se encuentra en el almacén a la espera de poder reubicarla en otros puntos del municipio. 

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