«Comer un buen arroz no es tan fácil. Pero a la gente le encanta»

Restauración. Las II Jornades de l’Arròs están sirviendo para comenzar a recuperar la temporada gastronómica en Salou. Cuatro establecimientos explican su experiencia

13 mayo 2021 05:30 | Actualizado a 13 mayo 2021 05:40
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Retomar el hilo de la vida cotidiana que teníamos antes de la pandemia va a resultar una tarea ardua y complicada. Volver a confiar en ese ‘día a día’ sin que nos suponga ningún sobresalto se irá normalizando con el paso del tiempo. Ir a donde solíamos hacerlo, también se está convirtiendo ya en el primer paso para afrontar la ‘nueva normalidad’.

En ese regreso a lo habitual se incluye la visita a establecimientos conocidos, aunque también la curiosidad de saber de otros todavía ignotos. Sin duda, los primeros negocios en los que reanudamos nuestra confianza es en bares y restaurantes. Son negocios donde la Covid-19 ha dejado una huella especial, vaciando cocinas, mesas y terrazas.

Ahora ha llegado el momento de recuperar el disfrute por la gastronomía. Por ello, Salou ha decidido retomar su agenda del Food Experience y lo ha hecho sobre una apuesta segura, el arroz. Un alimento con un sinfín de variaciones que gusta a todos y en el que han puesto sus ojos, delicadeza y buen hacer un total de 18 restaurantes de la localidad, cada uno de ellos con su propia propuesta. Así, la capital de la Costa Daurada intenta demostrar que su gastronomía y la de los negocios que la sustentan están a la altura del momento esperado.

Especialistas en arroz

«Han sido unos meses difíciles», explica Arshak, propietario junto a su mujer de La Pasión (Vía Roma, 13), establecimiento que regenta desde hace 12 años. En su menú de las Jornades de l’Arròs incluye unos aperitivos de paté con membrillo y nueces y una tostada de jamón ibérico con aceite de oliva negra. El plato fuerte es su arroz con bogavante y lo corona con un postre de strudel de manzana o de queso fresco. Todo ello por 28 euros y la posibilidad de degustarlo en una soleada terraza en pleno centro de Salou o en su interior (con la conocida restricción del 30% del aforo). «Estos días hemos ido funcionando con los menús por encargo», detalla Arshak, que asegura que «nuestro fuerte siempre es el arroz, en cualquier de sus posibilidades. Nuestras bases son siempre los arroces», dice. De ahí que «no nos ha supuesto ningún esfuerzo adaptarnos a estas jornadas».

En su caso, como en el de la mayoría de sus colegas de profesión en Salou, «la noche, de momento, no está yendo bien». Por eso, se ha planteado abrir sólo «los viernes y sábados de noche». En su local, en el que trabaja junto a su esposa y otros dos empleados, están pendientes de la temporada «después de que la pasada la salváramos algo mejor de lo que esperábamos. Veremos si esta temporada puede resultar ‘tramposa’, porque todo el mundo dice que irá bien pero yo prefiero ser cauto en eso». Y remata agradeciendo el respaldo del Ayuntamiento por la apuesta gastronómica local: «se nota que están volcados en ello. En una gastronomía como la catalana y española deberían hacerlo también el Govern de la Generalitat y el Gobierno de España. Gastronomía es cultura. En España lo sabemos».

Productos de proximidad

Los hermanos David y Toni Cortés trabajan en los fogones del Restaurant Club Nàutic de Salou. David explica que, en su caso, ofrecen un arroz marinero de manera tradicional o un arroz negro , todo con abundancia de marisco (cigalas, gambas, almejas y mejillones). «Antes del arroz hay que preparar el caldo, durante unas tres horas, y 8 horas haciéndose la marca». Previamente, el comensal puede disfrutar de un picapica con jamón ibérico, buñuelos de bacalao y mejillones al vapor. «Lo rematamos con una textura de arroz o un coulant de chocolate», detalla el chef. Su completo menú, de 45 euros, incluye la bebida.

«Nos basamos un poco en la experiencia de Cambrils», asegura, recordando que su clientela suelen ser «familias y parejas. Y todos nuestros productos -remarca- son de proximidad». David echa la vista atrás para analizar la primera edición de las Jornades de l’Arròs, hace dos años, «porque en 2020 la pandemia se lo llevó todo por delante a pesar de los planes que teníamos los restauradores. Ahora cuesta arrancar, pero ya hemos notado que Semana Santa ha supuesto una mejoría». Y sobre la apuesta de Salou por la gastronomía cree que «es algo muy positivo para el municipio. Estas jornadas son el embrión para algo más grande, que atraiga a gente no sólo de Salou, sino también de Tarragona, Reus...».

Optimismo de cara al futuro

Almudena Martínez es la responsable del Restaurante Boquet (calle Berenguer de Palou, 9), del que es propietario Álvaro. En su menú de estas II Jornades de l’Arròs se puede disfrutar de ensalada de pato con texturas, calamarcitos rellenos de ventresca ibérica y cebolla caramelizada y mejillones de roca a la brasa. Unos entrantes que funcionan muy bien antes del plato principal, un arroz de pulpo y papada a la brasa. Para culminar, postres caseros y un vasito de licor de arroz. Su precio es de 35 euros.

«El menú del arroz funciona bien los fines de semana. Es un buen reclamo para las familias», afirma Almudena, que «sin embargo, la noche aún está floja». Ella es optimista porque «esperamos que, con las vacunas, vayamos arrancando. La pandemia ha sido muy dura. A nosotros nos cogió cuando aún no hacía ni un año que habíamos abierto». El Boquet cuenta también, como el resto, con una terraza en la que «hemos tenido que reducir el aforo, evidentemente». Llegan a tener una clientela de 70 personas cuando el aforo en una situación normal es de 222 personas. El negocio factura «de momento, para cubrir gastos. Pero esperamos que la llegada de gente de segundas residencias nos ayude a remontar la situación», concluye.

Mejor el fin de semana

En el número 40 de la calle Barcelona se puede encontrar El Totxo Taverna. David Pallarés, su propietario, garantiza que «comer un buen arroz no es tan fácil. Pero es que la gente disfruta con un buen arroz». Su oferta gastronómica en estas Jornades abre con una coca de bacalao y boquerones, acompañado de un caldo de vieiras y galeras, para luego entrar ya con un arroz de pescadores en el que se pueden saborear también sepias, gambas y cigalas sobre un fondo marinero. «Evidentemente, nuestro postre tenía que contar también con el arroz como protagonista: arroz con leche, lágrimas de helado con arroz con leche», dice David. En su caso, son 35 euros. «¿Cómo va? Vamos haciendo estos días. Claro que el fin de semana es cuando tenemos más clientela», remarca. Apuesta por recuperar, en la medida de lo posible, eventos de Salou Food Experience. «El Gastrotour es el que mejor funciona de nuestro calendario culinario, también el Tasta Salou de los jueves. Ojalá lo podamos reemprender en breve». Un anhelo que, como él, tienen todos sus compañeros de Salou.

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