Dos años de prisión por disparar a otro okupa del mismo piso en Cambrils

La misma pena ha sido impuesta a un hombre que le ayudó en la agresión y por tenencia ilícita de armas. Ambos tendrán que indemnizar a la víctima con 240 euros por las lesiones sufridas y 1.680 por las secuelas

06 agosto 2019 09:05 | Actualizado a 07 agosto 2019 11:28
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Dos hombres han sido condenados a dos años de prisión por un delito de lesiones por haber disparado a otra persona en un piso okupado de Cambrils. Uno de los dos procesados también fue sentenciado a otros dos años de cárcel por tenencia ilícita de armas. Ambos tendrán que indemnizar a la víctima con 240 euros por las lesiones sufridas y 1.680 por las secuelas. Así se recoge en la sentencia dictada por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona tras el acuerdo de conformidad al que llegaron el fiscal y los dos abogados defensores.

Los acusados son J.L.I.L. y C.F.B.A. El primero de ellos convivía con la víctima y otra persona como okupas en un inmueble situado en la calle De les Flors de Cambrils. Sin embargo, fruto de una fuerte discusión con la víctima, el acusado dejó de vivir en el inmueble, recogiendo todas sus cosas.

Los dos acusados, juntamente con una tercera persona no identificada, a las 12 del mediodía del 25 de agosto de 2015 fueron a la vivienda en la que vivía la víctima. Se introdujeron por la ventana situada en la parte posterior de la casa, subiendo desde el exterior la persiana que se encontraba parcialmente bajada.

Ya en el interior de la vivienda, los acusados encontraron a la víctima encerrada en el baño, por lo que golpearon fuertemente la puerta en varias ocasiones, echándola finalmente abajo. En este momento, C.R.M. –que portaba un arma del calibre 38– entró en el baño apuntando al interior. Con ánimo de amedrentar a la víctima, pegó un tiro, que impactó en la pared, a aproximadamente medio metro de la víctima.

Una vez dentro del baño, los tres individuos acorralaron a la víctima. C.F.B.A. la golpeó con la culata del arma, mientras que el otro procesado la cogió por el cuello y la tiró al suelo, momento en que C.F.B.A. comenzó a decir: «¿Le meto un tiro?», mientras la víctima suplicaba que no lo hiciera.

Finalmente, el tercer varón no identificado dijo que no disparara. Antes de irse de la vivienda, uno de los procesados se dirigió a la víctima y le dijo: «Esta noche volveremos, como estés aquí todavía, te pelaremos». Posteriormente, los tres asaltantes se subieron a un vehículo y se marcharon. Consiguieron su propósito, ya que el denunciante abandonó la vivienda ese mismo día.

El acusado C.F.B.A. era el propietario del revólver, que había sufrido modificaciones, variando así las características originales y la munición, careciendo de licencia para ello. Este procesado presentaba en el momento de los hechos un grado de alcoholismo que le afectaba sus facultades volitivas.

Las lesiones de la víctima tardaron siete días en curarse y le tuvieron que poner puntos de sutura. Le ha quedado como secuela una cicatriz.
 

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