Consternación por la muerte de uno de los fundadores de la Penya Ciclista Baix Penedès

Sufrió un infarto días después de padecer un accidente de bicicleta

04 enero 2020 17:10 | Actualizado a 06 enero 2020 13:21
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Consternación en la Penya Ciclista Baix Penedès por la muerte del que fue uno de sus fundadores, Antonio Ramos Alonso, días después de un accidente mientras pedaleaba con un grupo de miembros de la entidad.

El pasado 27 de diciembre, Antonio realizaba una de las habituales salidas ciclistas con compañeros de la Penya Ciclista Baix Penedès. Circulaban por la carretera entre Masllorenç y Masarbonés. 

Según explican miembros de la entidad, el veterano ciclista de 72 años, que vivía en Calafell, perdió el control de la bicicleta y cayó en la cuneta del carril contrario del que circulaba. Antonio Romero sufrió un fuerte impacto.

Ambulancia
Los compañeros que pedaleaban con él lo atendieron y llamaron a la ambulancia. Según se explica desde la Penya Ciclista Baix Penedès, hasta la zona llegó una ambulancia del Sistema d’Emergpencies Mèdiques (SEM) y trasladó al herido hasta el hospital de El Vendrell para ser atendido. Según narran en la entidad se le diagnosticó una fuerte contusión y rotura de clavícula.

La mañana del día 31 de diciembre Antonio sintió un fuerte dolor en el brazo y llamó a una amiga que le iba a acompañar al médico. Al salir a la calle el veterano ciclista perdió el conocimiento debido a una parada cardiorespiratoria. 

Helicóptero
Una ambulancia llegó a la zona y atendió al hombre en el paseo marítimo de Calafell. También se activó a un helicóptero que tomó tierra en la playa para trasladar a la víctima hasta el hospital Joan XXIII de Tarragona. Según miembros de la entidad ciclista, allí el diagnóstico fue de diversas costillas fracturadas.

La muerte de uno de los fundadores de una de las entidades ciclistas con más trayectoria de la demarcación ha consternado a los aficionados a la bicicleta.

Muy conocido
Antoñito, como le conocían todos, «siempre iba al cuidado del grupo, vigilando que nadie se quedara atrás y, si eso ocurría, no te preocupes que Antoñito también se quedaba para acompañarlo hasta reunirse de nuevo con el grupo», recuerda uno de los miembros de la entidad.

«Vivía todo lo relacionado con el mundo de los pedales, desde la información a la preparación. Cuando el grupo se dividía en dos por cualquier circunstancia Antonio sufría porque no sabía en cuál de los dos quedarse, no fuera a ser que la otra parte se enfadara porque él no iba con ellos», recuerdan en la Penya.

 

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