Cunit protege a Willy

En el paseo marítimo de Cunit a muchos le sorprende la figura de un cerdo. Es Willy. Los vecinos ya lo tienen como algo propio. Tanto que una vez suavizado el confinamiento y con más personas a pie y en bici por el paseo marítimo, hay quien ha querido protegerle y le ha puesto una mascarilla.

También es para recordar el uso de esa necesaria protección. Porque Willy ya se ha convertido en un elemento de expresión de lo que sucede en el municipio. Aunque al principio los vecinos no lo aceptaron tanto. Le rompían las orejas y le pintaban las patas.

Regalo
Ese cerdito es el regalo que hizo en 2002  la localidad alemana de Hammelbach a Cunit con motivo del hermanamiento. Se colocó en el paseo marítimo a la altura de la calle Stuttgart. Una zona conocida como de los alemanes por la colonia de ciudadanos del país que se instaló en los primeros años del turismo.

La presencia de Willy con su mascarilla de protección es un aviso para los vecinos. En 2006 fueron ellos quienes se preocuparon por su cerdito. La figura desapareció de sus pedestal. El Ayuntamiento de Hammelbach regaló una copia que no llegó a colocarse por miedo a un nuevo robo.

El pedestal quedó vacío durante tres años. Fue entonces cuando un vecino creyó ver la figura en un jardín privado de Sant Climent de Llobregat y lo denunció. 

Un grupo de cunitenses acompañados por el entonces concejal Joan Escardó se  desplazaron a la urbanización y recorrieron las calles hasta localizar a Willy en un jardín.  Se denunció y los Mossos recuperaron la figura.

Ahora Willy tiene su mascarilla como cuando en los Carnavales aparece disfrazado, en la feria de abril también se viste de lunares  o incluso ha sido soporte de reivindicaciones políticas. Ese cerdito es un deseo de la supervivencia de los pueblos.  El cerdo es el símbolo de la comida para el invierno.