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La Federació d’Empresaris de Cambrils (Fecam) quiere que el Ayuntamiento se ponga las pilas para potenciar el polígono Belianes. Según el presidente de la entidad, Victorià Luque, el complejo industrial «está igual desde hace tres años» y por ello pide al consistorio que ponga todas las «facilidades» para que nuevas empresas se instalen en esta zona.
El principal problema del polígono, que tiene más de 40 años de existencia, es que muchas de las naves instaladas no cumplen con la normativa vigente y tienen que hacer una serie de reformas para actualizarse.
El actual equipo de gobierno inició en este mandato el proceso de regular las instalaciones según la normativa municipal y en marzo de 2017 comunicó que había abierto expedientes sancionadores a veinte empresas que no tenían las instalaciones en regla. Los principales requerimientos que se exigían eran por ignifugar las naves metálicas y colocar un depósito y un grupo de presión antiincendios.
Luque asegura que ahora este proceso está estancado y pide al gobierno que lo retome y ayude a las empresas a la hora de cumplir con la normativa. «En este tiempo solo siete empresas hemos arreglado las instalaciones y la gran mayoría no ha movido ni un lápiz (…) No me gusta que el ayuntamiento denuncie a las empresas y creo que se debe dar un plazo para que los empresarios puedan adaptar sus naves.
Pero si la empresa no cumple entonces sí tiene que pagar la multa y punto, porque lo que no puede ser es que la gente haga lo que le da la gana», manifiesta el presidente.
Atraer a nuevas empresas
Otro de los problemas que tiene el complejo es que no hay espacios en condiciones para nuevas empresas, una gran desventaja frente a otros polígonos cercanos como el de Vila-seca. «Por el momento no se prevé que se instalen nuevas compañías porque cuando vienen a ver la zona y ven todo lo que hay se van. Muchas empresas han venido con la intención de quedarse aquí pero se han ido a otros polígonos», explica.
El pasado mes de abril el Grupo Alimentario Guissona anunció la instalación de una gasolinera en el polígono, así como un boxes de lavado para coches y una tienda de conveniencia. La compañía adquirió los terrenos que hasta ese momento ocupaban las naves de la frutería Cayo, ubicadas delante de la rotonda de acceso al polígono desde la carretera T-312 y con una capacidad de 1.600 metros.
También este año trascendió que el consistorio está estudiando ampliar el complejo en cinco hectáreas, una superficie en la que podrían caber alrededor de 50 naves industriales. No obstante, este proyecto, según Luque, también esta paralizado.
El cambrilense lamenta que durante las últimas elecciones municipales de 2015 todos los partidos debatieron largo y tendido sobre sus planes con el polígono y desencallar este problema histórico pero está todo igual.
Avenida del Esport
Otra de las preocupaciones de los empresarios es la construcción de la futura avenida del Esport, un nuevo acceso al municipio desde la AP-7 y la A-7 que la Fecam reclama desde hace tres años. «Se tiene que construir una rotonda en frente las dependencias de los Bombers y quieren que la paguen las empresas que hay delante, esto lo debería pagar el consistorio», señala Luque, que recuerda que el presidente de la Diputació, Josep Poblet, «dio su palabra que iba a a destinar un millón de euros» para poder llevar a cabo el proyecto.
