El accidente entre dos coches que a finales de la pasada semana dejó seis heridos al colisionar en el cruce de la C-51, en el Coll de Calafell, ha vuelto a abrir el debate ciudadano sobre la peligrosidad de ese punto.
Mayoritariamente los vecinos que a diario usan esa vía entre El Vendrell y Calafell consideran que es una zona muy peligrosa y recuerdan que son reiterados los accidentes. Por eso reclaman que se tomen medidas para que sea más segura.
La reiteración de accidentes ya llevó a la Generalitat a realizar un estudio que concluyó que la visibilidad y la señalización eran correctas. Además colocó un radar para intentar que los conductores redujesen la velocidad.
La realidad
Pero la realidad es que son numerosos los accidentes en ese cruce. En ese punto hay dos carriles en ascenso en dirección a El Vendrell (uno de ellos es de velocidad más lenta) y un carril que desciende hacia Calafell.
Coincide un giro a la izquierda, con stop, para salir de la C-31 y acceder al núcleo del pueblo de Calafell y una salida desde esta zona para incorporarse a la carretera en una especie de rotonda en la que también hay un stop.
A pesar de que el estudio destaca la visibilidad y la señalización, los vecinos señalan que los numerosos accidentes demuestran que debería mejorarse. En este sentido sugieren la creación de una rotonda.
Muy peraltado
Pero esa obra ya fue descartada porque la rotonda estaría en una zona muy peraltada y el temor es que muchos de los que circulan en dirección a Calafell (descendiendo) acabarían topándose con ella. También se explicó desde la Generalitat al Ayuntamiento que no habría espacio precisamente por lo peraltado de la zona.
Otra posibilidad que plantearon los técnicos era eliminar el cruce cerrando la incorporación a la carretera en sentido El Vendrell. Para tomar esa dirección los conductores deberían bajar hasta la rotonda que queda a unos 200 metros y hacer allí el cambio de sentido.
También muchos vecinos apuntan como causa de accidentes al exceso de velocidad de algunos en ese punto pese a la existencia del radar. Añaden las prisas con las que algunos se incorporan a la carretera al salir del núcleo del pueblo, por lo que destacan que con la prudencia que exige ponerse al volante, la zona no reviste mayor peligro.
La C-32
El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, considera una alternativa más a la de crear una rotonda, cerrar los giros a la izquierda o hacer un nuevo carril para salir de la carretera y entrar al núcleo del pueblo. Añade lo que sería una alternativa que ni exige obras, con el consiguiente impacto para el territorio, ni una gran inversión.
Destaca el elevado tráfico que hay en la C-31 entre Calafell y El Vendrell y que «una posibilidad «sería eliminar el peaje de la C-32 para que la autopista fuese una ronda litoral gratuita para los desplazamientos internos en el Baix Penedès».
Para Ferré «si muchos pudiesen ir por la C-32 de forma gratuita entre El Vendrell y Calafell, la C-31 soportaría muchos menos tráfico».
La reclamación para esa gratuidad de la C-32 recuerda que otros tramos de la misma autopista son gratuitos, como sucede entre Vilanova y Sitges. En el Baix Penedès se reclama el mismo trato ya que la alternativa gratuita (como entre Vilanova y Sitges) es una saturada C-31.
Sin embargo la Generalitat ya anunció que la solución que espera aplicar para la eliminar el peaje de la C-32 es poder poner en funcionamiento la viñeta. Esa solución es rechazada en parte de la comarca ya que se considera que en todo caso sería a muy largo plazo.
Los técnicos de la Generalitat han estudiado posibles actuaciones en ese punto. Descartada una rotonda , otra posibilidad que se planteó es hacer un carril paralelo y de salida de la carretera para los coches que circulan en dirección a El Vendrell y pretenden acceder al núcleo del pueblo de Calafell.
La falta de señalización previa alertando de que se llega aun tramo de reiteración de accidentes y de iluminación son otras de las deficiencias que señalan los vecinos en ese punto.