El pasado 11 de febrero por la mañana se procedió a llevar a cabo un desahucio programado en un piso de la calle País Basc de Cambrils. La actuación se llevó de forma rápida, puesto que las personas que estaban de okupas en la vivienda no se encontraban en aquel momento en su interior. El piso se precintó y cada una de las partes se marcharon de la calle cambrilense.
Por la tarde, alrededor de las 15 horas, un vecino alertó de que una pareja pretendía entrar de nuevo en el piso cambrilense. Una patrulla de Mossos se acercó a la vivienda e interceptó a la pareja, un hombre y una mujer. Ambos habían vuelto porque tenían dentro su documentación personal, señalan fuentes de la investigación.
Los Mossos entraron en el piso y localizaron objetos que pusieron en alerta a la patrulla. Había dinero, relojes, móviles... y tres pistolas con munición. Una era de aire comprimido y las otras dos funcionan con proyectiles. También había un silenciador y una placa de un agente de aduanas.
Ante este descubrimiento, los agentes cogieron todos los objetiso y se los llevaron a la comisaría para averiguar si forman parte de un botín de un robo y si las armas pudieran estar marcadas en otros delitos o bien también se hubieran sido robadas.
Falta de pruebas
Ante la falta de pruebas de que los dos okupas identificados aquella tarde fueran los ‘propietarios’ de aquellos objetos sospechosos de haber sido robados, se marcharon denunciados por un intento de okupación, pero sin más cargos a la espera de que la investigación policial pudiera encontrar la procedencia de los objetos del piso de Cambrils.
Fuentes de Mossos han explicado que la investigación sigue su curso y se está buscando el origen de los relojes y móviles por un lado y el rastro tanto de las pistolas como de la placa de aduanas.