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Los municipios de la Costa Daurada se llenaron ayer de confeti y alegría para celebrar el Carnaval. Una docena de colles y más de 1.200 personas participaron en la rúa de Cambrils organizada por la Nit d’Artistes (NAC). Las obras de demolición del puente de la antigua N-340 obligaron a modificar el recorrido, que este año empezó a las 18 horas en la plaza del ayuntamiento y se dirigió al puerto.
Hadas, globos, animadoras, superhéroes o tortugas ninja fueron algunos de los disfraces que se pudieron ver en la rúa, que recorrió la rambla de Jaume I y toda la fachada marítima y finalizó en el Ateneu Juvenil, donde se hizo la cena con todos los participantes, un espectáculo infantil y el concierto con Dj Xesco.
En Vila-seca, más de 1.700 personas y 19 colles se sumaron a la rúa que se inició en la calle de Tarragona y transcurrió por las calles de Tenor Josep Forasté, de Josep Anselm Clavé, de Requet de Fèlix, de Tarragona, rambla de Catalunya, de Vic, de la Verge de la Pineda, dels Ferrers, de Sant Antoni y de la Font, hasta llegar a la avenida de Francesc Macià.
Por la noche se celebró la Gran Festa de Carnaval en el pabellón municipal de deportes, donde se entregaron los tres premios (oro, plata y bronce) a los mejores disfraces.
Polémica en el Baix Penedès
Cunit y Calafell volvieron a lucirse en una fiesta que ya forma parte de su ADN. A la espectacularidad de las carrozas se une el trabajo de coreografía de unas comparsas que llenan las calles de fiesta. Los carnavales en el Baix Penedès demostraron ser de los más llamativos. Sin embargo ayer hubo una tensa polémica por la descoordinación que se produjo el día antes entre las rúas de El vendrell y de Segur de Calafell.
La rúa de Segur comenzó cuando todavía faltaban por llegar de El Vendrell muchas carrozas y comparsas. El alcalde de Calafell acusó a El Vendrel de haber alargado su fiesta perjudicando a Calafell.
