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Agentes de la Policía Nacional de Barcelona detuvieron en Salou a varios empresarios pakistaníes –podrían ser ocho, aunque la cifra no ha sido confirmada– acusados de explotación laboral. El operativo se desarrolló el miércoles 27 de agosto. Durante doce horas, desde la seis de la mañana hasta las seis de la tarde, registraron una decena de restaurantes kebab en Salou (en la calle Major, la Via Roma o Cap Salou) y otros tres en La Pineda. Fueron precintados y cerrados durante unos días, aunque casi todos vuelven a estar abiertos. Efectivos de la Policía Local de Salou colaboraron en las inspecciones.
La investigación podría haber comenzado a raíz de las denuncias de algunos empleados de estos locales. La mayoría son pakistaníes también, en situación irregular, sin contrato y sin ningún tipo de permiso laboral. Aseguran que llegaban a trabajar hasta dieciséis horas al día por un sueldo inferior a quinientos euros al mes y, además, les cobraban 350 euros por alojamientos en pisos patera y comida.
«Eran víctimas de explotación laboral», apuntan fuentes cercana al caso. A los arrestados les podrían imputar delitos contra los derechos de los trabajadores, estafa y falsedad documental.
El despliegue causó un gran revuelo entre los vecinos y turistas, puesto que cerca de cien agentes de policía participaron en la operación. Se concentraron en la plaza de Europa y desde allí se desplazaban hasta los distintos locales. Las detenciones se produjeron a primera hora de la mañana y las inspecciones, a lo largo del día.
Los negocios abiertos por ciudadanos pakistaníes se han incrementado en Salou en los últimos años. Regentan sobre todo bazares multimarca, tiendas de souvenirs, kebabs y fruterías.
