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Un vecino los divisó entrando en una casa vacía de la urbanización Rincón del César de Creixell. Se trataba de tres chicos jóvenes, dos de 16 años y vecinos de Torredembarra y un tercero de 17 con residencia en la misma localidad donde se perpetraba el robo.
Los tres adolescentes entraron a última hora de la noche del miércoles al interior de una casa situada en la calle Sant Enric con la intención de robar todo aquello de valor que encontraran.
Dos de los tres ladrones estaban en el interior de la vivienda cuando llegó la patrulla policial. Estos jóvenes habían accedido a la vivienda tras forzar la persiana de la casa y haber sacado la ventana del baño para poder salir con mayor comodidad una vez registrado las dependencias.
El tercer implicado, desde el jardín, vigilaba por si aparecía la policía y daba el aviso para salir por piernas.
Mientras los tres jóvenes actuaban con sigilo, el vecino que había llamado a la Policía esperó la llegada del coche patrulla. Así les explicaba lo que estaba ocurriendo y los ponía en alerta.
La patrulla local contó en este operativo de seguridad ciudadana con el apoyo de los Mossos d’Esquadra de El Vendrell. Las dotaciones llegaron a la altura del testigo, y éste les explicó que todavía estaban dentro de la vivienda.
Los policias, con precaución, se fueron a por ellos. Los agentes de Creixell dieron con los dos menores que estaban dentro de la vivienda y pidieron a los Mossos ayuda para buscar por las inmediaciones el tercero.
Agazapado en el jardín
El tercer integrante de esta banda de ladrones apareció escondido en la parte trasera del jardín de la vivienda asaltada. Al ser descubierto, se entregó y no opuso resistencia.
Los agentes procedieron a cachearlos y a mirar dentro de las mochilas que llevaban consigo. En una de ellas, según fuentes de la investigación, apareció una pistola modelo HK aparentemente real, que luego se descubriría que era de balines de plástico.
Esta arma corta aparenta una HK de verdad con munición y las sospechas sde los investigadores es que utilizaba para atemorizar a los vecinos en caso de encontrarse a alguien dentro de la vivienda. El arma quedó requisada.
Tras el arresto, se puso el caso en manos de la Fiscalía de Menores. Los adolescentes estuvieron en las dependencias de Mossos en El Vendrell y desde allí se llamó a sus padres, que tras informarles de lo ocurrido horas antes, les entregaron a lsus hijos quedando en libertad.
