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ERC, en la oposición en Cunit, donde gobierna Impulsem (en la pasada legislatura su cabeza de lista estaba en PDeCat) y PSC, critica la contratación de dos cargos de confianza que costarán 79.800 euros anuales a las arcas municipales.
ERC considera que la contratación de dos personas como cargo de confianza deberá costearse con una subida de impuestos o recortando servicios a los ciudadanos.
La portavoz de ERC, Carme Martínez, lamenta que en el primer pleno de la legislatura se aprobase la contratación de dos cargos de confianza que en toda legislatura supondrán un coste de 319.000 euros.
Legal
Martínez reconoce la legalidad de contratar cargos de confianza. Otra cosa, señala, es que sea ético de cara a la ciudadanía después de años de sacrificios en recortes de servicios e inversiones por la situación de quiebra del consistorio.
La concejal republicana recuerda que durante ocho años los trabajadores no han podido cobrar las horas extra. De hecho las cuentas de Cunit todavía están intervenidas por el Estado, señala ERC.
'Ahora vuelven'
Hace ocho años que el Ayuntamiento optó por carecer de cargos de confianza. «Ahora vuelven las colocaciones a dedo de personas que no han sido escogidas por los vecinos».
El partido advierte que esas contrataciones contribuyen a aumentar la deuda municipal y que ya hay personal técnico en el Ayuntamiento «con experiencia y capacidad» para realizar el trabajo de los cargos de confianza. De hecho el partido señala que incluso podrían cometer «intrusismo laboral» según las tareas que desarrollen.
Tiempos
El partido denuncia además que una de las contrataciones tiene una dedicación del 50% y la otra del 100%, pero cobrarán lo mismo.
«Los pactos tienen un precio y los favores se pagan. En ningún momento en sus programas (de Impulsem y del PSC) se leyó que entre sus prioridades estaba la creación de asesores o cargos de confianza», señala Martínez. ERC apunta especialmente al concejal de Impulsem, Jaume Casañas que en la pasada legislatura con PDeCat gobernó junto a los republicanos e ICV. Martínez dice que «la única prioridad de Casañas era la incorporación de dos cargos de confianza».
