Ecologistas alertan de que Vandellòs II ha funcionado al menos durante dos semanas “de forma peligrosa”

Ecologistes en Acció denuncia que la central nuclear de Vandellòs II debería haber parado un mínimo de dos semanas antes de lo que lo hizo, el pasado viernes, por una fuga del circuito primario que afecta la barrera de presión

05 marzo 2018 11:56 | Actualizado a 06 marzo 2018 13:17
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Ecologistes en Acció denuncia que la central nuclear de Vandellòs II debería haber parado un mínimo de dos semanas antes de lo que lo hizo, el pasado viernes, por una fuga del circuito primario que afecta la barrera de presión. Los ecologistas alertan de que la normativa no permite ninguna fuga de este tipo “y obliga a parar la central instantáneamente, pero el CSN ha pecado de permisividad. El incidente tiene que ser clasificado al menos como nivel 1 en la escala INES.

Ecologistes en Acció insiste en que la fuga procede de la barrera de presión del circuito. En este caso, y según las especificaciones técnicas de funcionamiento, remarcan que la instalación debería haberse parado cuando se detectó la fuga, “dado que el límite permitido por este escape es cero”. Critican que la central siguiera operando pese a que la fuga se detectó hace al menos dos semanas.

Los ecologistas señalan que el reactor de Vandellòs es del tipo de agua a presión. En este modelo de central, el agua de refrigeración llega a presiones de unas 120 atmósferas, hecho que, según señalan, evita la ebullición aunque las temperaturas que alcanzan están muy por encima de los 100ºC, pudiendo conseguir los 300. En un comunicado enviado este lunes, remarcan que la barrera de presión del circuito primario está constituida por todos los elementos de este que contenían agua a alta presión “y su integridad es clave porque un escape puede dar lugar al hecho de que la fuga aumente de tamaño y se produzca el accidente conocido como LOCA(Loss of Cooling Access, es decir, pérdida del acceso del refrigerante). Los ecologistes insisten en que, dada la peligrosidad que conllevan estas fuges, las ETF dictan que la central tiene que detenerse cuando se detecte la más mínima fuga. No obstante, “y pese a las advertencias de los inspectores, Vandellòs II ha seguido funcionando”, alertan.

Critican el rol del CSN: “La cúpula del CSN aceptó la explicación de la empresa según la cual el escape no procede necesariamente de la barrera de presión, pese a las afirmaciones de los inspectores de este organismo”. Dicen los ecologistas que el incidente debería considerarse al menos de nivel 1.

“Esta actitud del CSN como de exceso de permisividad con los titulares de las centrales, en lugar de mostrar rigor siguiendo las sugerencias de sus técnicos e inspectores, facilita que aumente la inseguridad, especialmente en estos momentos en los que las centrales españolas están cada vez más envejecidas y se está discutiendo la continuidad del parque nuclear español”, concluye el comunicado de Ecologistes en Acció.

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