El ACA prevé iniciar las obras en la desembocadura de Barenys en 2018

La playa de Ponent todavía registraba ayer las secuelas del último temporal. Cañas, basura y alguna de las boyas que delimitan la zona de baño se esparcían en la arena desde la calle C hasta el final de la ciudad en sentido Cambrils.

A pesar de los 50 litros caídos en las últimas horas y cantidades similares a lo largo del cauce del barranco de Barenys, que termina en esta playa salouense, los problemas de inundaciones en el barrio de la Salut fueron puntuales y rápidamente corregidos. Hubo inundaciones puntuales tanto en la calle Sol como en Carles Roig, pero la limpieza del cauce de Barenys, tras las lluvias de principios de la semana pasada, evitó que el problema latente de inundaciones fuera a peor.

Con todo, Salou está más que molesto con la Generalitat. Para ser precisos con la Agència Catalana de l’Aigua (ACA). Desde julio, que se presentó el proyecto de desembocadura definitivo en Barenys, el tiempo corre a contrarreloj para la solución definitiva a las inundaciones.

El proyecto que fue noticia en el pasado, con la transformación de aquellos terrenos rústicos en una zona deportiva y hotelera –con canalización del barranco– ha quedado suspendido por un juez, que exige que la desembocadura de aquel sector sea de un retorno de 500 años y no de 200 tal y como se diseñó. El retorno es mayor capacidad de desagüe en caso de lluvias extraordinarias.

Con las lluvias de este otoño, en Barenys ha vuelto a bajar agua y con ella cañas, lodo y basura. mientras la playa quedaba sucia, el agua del barranco y el oleaje del mar inundaba parte del barrio de la Salud. Los problemas, esta vez, han sido leves y las quejas vecinales no han pasado a mayores.

Desde el ACA se afirma que en estos momentos se está licitando la redacción del proyecto ejecutivo, que lo gestiona la empresa pública Infraestructures.cat. La adjudicación se hará después de las fiestas navideñas, con un calendario de cuatro meses para la entrega del proyecto.

A partir de mayo o junio empezaría el proceso burocrático para la adjudicación de unas obras, que como muy pronto empezarían en 2018.

El proyecto debe tener en cuenta cuatro salidas al mar. La principal debajo de la calle Barenys con una anchura de 30 metros. Esta medida comportará la expropiación de 29 unidades urbanas (pisos y locales) para poder alcanzar esta anchura demandada. Aparte, se crearán tres cajones de desguace suficientemente anchos en las calles A, B, y C para cumplir con los parámetros de la capacidad de desguace.