El Ball de Coques de Mont-roig pervive como el único en su especie

El baile popular con una estructura de jota celebrará el próximo 8 de setiembre el 25 aniversario desde su recuperación siendo declarado bien cultural de interés local

20 agosto 2017 15:56 | Actualizado a 20 agosto 2017 16:19
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El Ball de Coques de Mont-roig está de celebración. Este año se cumplen 25 años desde que una asociación de vecinos reestrenó un baile popular histórico en la ermita de la localidad y como colofón recibieron el pasado 14 de junio de manos del ayuntamiento un reconocimiento que declara el baile Bien Cultural de Interés Local en calidad de elemento festivo. 

El comienzo de este periplo que se inició en 1987 a instancias del consistorio del municipio y del folklorista reusense Josep Bargalló i Badia cuando en medio de una labor de bailes y actos tradicionales por las comarcas del Baix Camp i del Priorat pidió una reunión con tres ancianos del municipio que pusieron en su conocimiento la existencia de un Ball de Coques de Mont-Roig que era bailado en el municipio antes de la Guerra Civil en los días señalados para el pueblo. A partir de ahí, con una de ellos recuperó una partitura de la música para piano y otra mujer recordó los pasos de la danza que fueron anotados con cuidado por el folklorista.

Este proceso duró cinco años hasta que finalmente, en 1992, coincidiendo con la festividad de la Mare de Déu de la Roca el baile volvió a la plaza después de varias décadas olvidado en los rincones más lejanos de la memoria. Durante este lustro, teniendo en cuenta que Bargalló se encontraba inmerso en la recuperación de tradiciones que abastaban toda la demarcación, el tiempo del historiador era limitado y los encargados de convertir aquellas primeras melodías en una realidad en movimiento fueron los vecinos de la Asociación de Vecinos Muntanya Roja. Ellos fueron los que encontraron el tiempo para ensayar, para ensamblar la ropa y para adaptar la música a la formación de cobla, con la labor del músico Andreu Garriga.

Actualmente, los encargados de revivir año a año una experiencia que cuenta con la implicación de gran parte de la población de Mont-roig son los mismos vecinos y Maria Neus Mendoza, al frente del grupo sardanista La Totllana Monrogeneca. Este baile es el único de su especie en la comarca del Baix Camp es la única jota que pervive a día de hoy en el territorio y que con los años sigue representándose. Explica Miquel Anguera, uno de los balladors, que uno de los motivos por los cuales esta tradición fue perdiéndose, fue por la llegada del Vals vienés, que arrasó en el continente europeo a causa de la introducción a todos los países del continente de la mano de la familia Strauss, autores de piezas musicales como El Danubio azul.

La asignatura pendiente

Cada año, unas semanas antes de la Festa Major, los miembros del baile van a las escuelas las para transmitir a los niños esta tradición aunque reconocen que no es una tarea facil. En lo que se refiere al cambio generacional reconocen que «no es tan fácil de convencer como para jugar al fútbol», pero que mientras puedan van a seguir bailando el Ball de les Coques.

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