El Castell de Vila-seca acogerá un espacio expositivo de arte contemporáneo

El Castell de Vila-seca acogerá un espacio expositivo de arte contemporáneo. A partir del próximo mes de junio se podrá visitar de forma permanente una de las «colecciones de pintura contemporánea más importante del país (...) seremos un referente», explicó ayer el alcalde Josep Poblet. Según ha podido saber el Diari se trata de la Fundació Vila Casas. Durante los próximos días el Ayuntamiento avanzará más detalles sobre la muestra. 

Después de casi 15 años de rehabilitación, el Castell abrirá sus puertas al público. Las estancias más grandes servirán como espacio pictórico vinculado con el arte contemporáneo. El resto de espacios se dedicarán a la interpretación de la repoblación y la historia del Castell. Se dará a conocer cómo era un castillo en el siglo XII, para qué servía, cómo era la economía de esta zona o cómo funcionaban las relaciones administrativas con la sociedad y las relaciones de gobierno, entre otras. Según Poblet, «el Castell será un imán cultural y además cuando sumemos la oferta del Celler Noucentista, habrá un eje cívico cultural». 

Al igual que el Ayuntamiento hizo en el 2005 cuando adquirió el Castell, ahora se han programado diversos días de puertas abiertas para que los ciudadanos puedan visitarlo tras la restauración. 

Los horarios 
A partir de hoy hasta el próximo 4 de marzo se podrá visitar de 17.00 a 21.00 horas los días laborables, de 10.00 a 14.000 horas y de 16.00 a 20.00 horas los sábados y domingos. El lunes 4 de marzo estará abierto de 10.00 a 14 horas. No será hasta pasadas las elecciones, entre junio y julio cuando empiecen a funcionar de forma permanente los distintos espacios. 

Durante estos últimos años el Ayuntamiento ha realizado la rehabilitación «poco a poco», tal y como explica Poblet ya que no se trataba de una «prioridad» sino un «objetivo» a largo plazo. Se ha llevado a cabo una rehabilitación integral del interior en la que se han restaurado vigas, muebles y paredes, entre otros. 

La intervención ha permitido instalar un nuevo núcleo de comunicación vertical con una escalera, un ascensor y lavabos en las distintas plantas. Además de sustituir la cubierta por completo, ya que estaba afectada por las termitas. Finalmente también se ha llevado a cabo la adecuación de los jardines de el Castell. Unos trabajos que han tenido un coste de 3,9 millones de euros. De este presupuesto tan solo el 15% son fondos municipales. Las obras han sido financiadas en gran parte por Repsol, Acesa, el Estado y la Generalitat. 

En la parte inferior del Castell se podrá ver una maqueta gigante del municipio de Vila-seca y una de La Pineda con el futuro dique de els Prats proyectado. Además, los ciudadanos podrán acceder también al calabozo y las bodegas. Hasta ahora en la planta baja del Castell que ya contaba con alguna sala de actos habilitada para 100 personas. Allí se han llevado a cabo presentaciones de libros, ruedas de prensa, catas de vino e incluso se han celebrado matrimonios civiles. 

Desde el Ayuntamiento no descartan que se pueda acabar instalando una unidad del Patronat de Turisme o del área de Cultura. De manera que haya un equipo que pueda establecerse permanentemente en el Castell para gestionar el espacio. 

Un símbolo de la ciudad 
«El Castell es uno de los símbolos feudales más importantes que tenemos», señaló Poblet. Fue construido durante el repoblación del Camp de Tarragona por Ramon d’Olzina, primer señor medieval de Vila-seca. Posteriormente pasó a manos del Arquebisbato hasta que en 1980 lo vendieron a Joan Kies, cónsul de Holanda a Barcelona. El 1899 fue adquirido por Sicart. Finalmente en 2005 el Ayuntamiento compró el Castell y el solar adyacente de 30.000m2 por más de tres millones.