El Laberinto de los Indianos de Cambrils recibe 10.000 visitas en un mes

La atracción, inaugurada el pasado mes de junio, se convierte en uno de los mayores reclamos del parque junto a las especies protegidas o la bodega recién recuperada

15 julio 2018 15:41 | Actualizado a 23 julio 2018 10:51
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El Laberinto de los Indianos se ha convertido en uno de los mayores reclamos del Parc Samà, considerado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y jardín botánico privado. El jardín, stiuado entre Cambrils y Montbrió del Camp, fue construido alrededor del 1881 para el Marqués de Marinao, Salvador Samà y Torrents, de ascendencia cubana. El proyecto contó con la colaboración de personalidades como el autor del Parque de la Ciudadela de Barcelona, Josep Fontserè y del célebre Antoni Gaudí para crear un paraje que evoca a la época colonial. 

El Laberinto de los Indianos, inspirado en un laberinto vegetal de maíz, ha llegado a conseguir más de 10.000 visitas desde que se inauguró el pasado mes de junio, concretamente el día 9, durante la fiesta del modernismo y los indianos.

Pese a que la creación del parque se remonta a finales del siglo XIX, una de las últimas etapas de la historia colonial de España, a día de hoy sigue despertando un gran interés entre el público. «Un laberinto es un elemento que despierta atractivo. Perderte es un poco enigmático» señala la directora del parque, Marketa Stverakova,  quién destaca que los laberintos vienen de la antigüedad y aún a día de hoy siguen estando de moda, encontrando similitudes entre ellos y los populares escape rooms.

Una estancia más larga

El laberinto ha logrado también aumentar el tiempo de estancia del turista en el parque, pues el diseño del recorrido se ha realizado para que el visitante pueda estar hasta 15 minutos en el laberinto en caso de que acierte todas las pistas. Estas, son presentadas en forma de preguntas sencillas para que los niños a partir de unos 12 años puedan participar en la actividad.

Con la intención de que se les haga ameno y los más pequeños puedan sacarle provecho, se exponen de forma divertida con varias opciones. El objetivo principal, que mayores y pequeños pasen un buen rato mientras aprenden sobre la cultura indiana. «Mucha gente no los conoce». Entre algunas preguntas su origen, el de la caña de azúcar, qué deporte llegó de Cuba… También se ofrece una mini guía que narra entre el 1850 y el 1920, años de mayor influencia. 

Actualmente, las familias son las que se muestran más participativas en la nueva actividad aunque el resto tampoco desaprovecha la oportunidad de perderse, aprender y sobre todo, de disfrutar de la naturaleza y adentrarse en la cultura colonial.

«Estamos recuperando al público de la zona», responden, contentos con el resultado. Se estima que el 60%  de visitantes corresponde a los alojados desde Vila-seca hasta l’Hospitalet de l’Infant. También destacan la presencia del público de países nórdicos, el cual se aleja del perfil que acostumbra a visitar la costa en verano. 

El laberinto de los Indianos ocupa unas 14 hectáreas del total del parque, de modo que otros puntos del paraje también despiertan la atención de los más curiosos. Entre ellas, los 1880 especies que lo habitan.

Aves exóticas, ornamentales o mamíferos, especies las cuales pueden ser alimentadas con el maíz que el parque ofrece en taquilla. Pese a que todavía no se ha podido ofrecer maíz de producción propia, la idea principal con la que trabajan los impulsores del espacio es cosechar el maíz del laberinto para que los animales puedan aprovecharlo y de ese modo, se establezca una especie de ciclo.

Proyectos de futuro

De cara al futuro, se muestran optimistas en cuanto a seguir ampliando el parque, pues «todavía quedan muchas partes por recuperar», según ha explicado la directora. Pretenden restaurar el invernadero y mejorar el sistema de riego, aunque todo dependerá del público. 
Por el momento, han conseguido recuperar la bodega, que se ha convertido en un espacio de degustación. «Para que no se pierda lo tenemos que seguir manteniendo», sentenciaba la directora. 

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