El PSC, en la oposición en el Ayuntamiento de Cunit, rechaza que el Casal Municipal, un edificio en el centro del núcleo histórico y ahora cerrado y sin actividad, sea destinado a un proyecto social de la Fundació Santa Teresa.
La Fundació había llegado a un acuerdo con el equipo de gobierno para abrir el bar del Casal como centro para la formación como camarero de personas con discapacidad o con dificultades para incorporarse al mercado laboral.
Centro cívico
El PSC pide que el edificio sea para un centro cívico del núcleo histórico y señala que la Fundació Santa Teresa puede realizar su proyecto de formación en otros equipamientos de Cunit que ahora están cerrados como la guardería Marietes o la masía Gloria.
Los socialistas dudan que el centro de formación pueda generar dinamismo en el núcleo histórico, que ha quedado prácticamente sin actividad desde que la oferta de ocio, gastronómica e incluso de oficinas bancarias se trasladó a una nuevo zona de crecimiento urbano.
Sin debate
Los socialistas mostraron su disconformidad con el proyecto al considerar que faltó un debate con el comercio y con los vecinos del núcleo histórico. Además dicen que un centro de formación no dinamizará el núcleo histórico.
En la presentación del proyecto, el representante de la Fundació Santa Teresa, José Carlos Eiriz, explicó que el centro de formación daba servicio a los usuarios de la localidad y que también se organizarían actividades abiertas a la población.
Eiriz recordó que fue el Ayuntamiento quien les ofreció el edificio y que su proyecto tiene sentido en el centro del pueblo, pero no en un equipamiento alejado del casco urbano.
Presentaciones
Además del PSC, los vecinos y comerciantes que acudieron a las charlas de presentación del proyecto, dudan de que el proyecto sirva de dinamizador. Ante ese rechazo, el equipo de gobierno estudia ralentizar la opción de la Fundació Santa Teresa.
A través de las redes sociales los vecinos reclaman un proceso de participación ciudadana. Pero básicamente esperan que el Casal vuelva a ser lo que fue hace años y que era un punto de encuentro de vecinos y también con el bar abierto.
En los últimos años han habido tres intentos por parte de iniciativa privada para gestionar el bar, pero han fracasado. Ahora todo el edificio está cerrado mientras vecinos y comerciantes lamentan la pérdida de atractivos en el núcleo histórico.