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Entidades, vecinos y técnicos de diferentes áreas del Ayuntamiento de El Vendrell han redactado un protocolo municipal de actuación ante la violencia sexual en espacios públicos. Especialmente se piensa en conciertos, fiestas populares y actos multitudinarios.
El protocolo, en el que se trabaja desde hace meses, incluye acciones como la paralización de un concierto en el caso de detectar un caso de violencia sexual. Esa paralización será para leer un manifiesto de condena que muestre la repulsa, antes de seguir el concierto.
Del protocolo de actuación también destaca que en actos de gran afluencia de personas habrá dos puntos lila. Uno será informativo para atender dudas y otro, que es la novedad, de atención a víctimas por parte de profesionales.
En este punto lila habrá desde una atención de psicólogos a médicos, profesionales jurídicos e incluso policiales para poder iniciar cualquier actuación de urgencia que pueda precisarse.
Participativo
El concejal de Políticas de género e igualdad y derechos LGTBIQ, Christian Soriano, destaca la participación de más de 300 vecinos a título individual que han colaborado aportando ideas y de entidades culturales, deportivas o vecinales que han participado en el protocolo.
Soriano señala que ese documento permite tener preparados unos canales y acciones para activarlas en caso de urgencia «y que la víctima se sienta en todo momento protegida y acompañada». El Ayuntamiento ofrecerá asistencia jurídica en el caso de necesidad.
El concejal señala que según datos del Servei d’Informació i Atenció a les Dones (SIAD) de El Vendrell, no se han incrementado los casos. Pero tampoco han disminuido.
El agresor
Soriano destaca que debe atenderse a la víctima, pero señala que también debes implementarse políticas de prevención dirigidas a los potenciales agresores. En este sentido destaca la importancia de la implicación social para que repruebe conductas sexistas.
En ese sentido destaca que medidas como la paralización de un concierto en casos de agresiones debe contribuir a implicar a los asistentes para que «haya una carga social hacia el agresor», destaca el concejal.
