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Quizá pocos vecinos de El Vendrell sepan de ella, pese a que esa figura antropomórfica es testigo de más de cinco siglos de la localidad. Dentro y también más allá de las murallas.
La gárgola que corona una de las torres de la casa del Portal del Pardo es uno de los elementos más desconocidos de la localidad. Pero uno de los más cargado de simbolismo y misterio.
¿Quién la puso? ¿Cuándo? ¿Qué es? ¿Representa a alguien? ¿Cuál era su función? En lo más alto de lo que entonces era una localidad amurallada y con la mirada al exterior de las murallas.
Riesgo
El paso del tiempo le había afectado y presentaba riesgo de precipitarse. La Fundació Fenosa encargó un estudio de su estado para su rehabilitación y quizá poder responder a alguna de las preguntas.
El historiador Pau Arroyo, junto a la arqueóloga Imma Teixell y la arquitecta Elisenda Rosàs, de Cultura de la Generalitat, ya han elaborado un informe del estado de la pieza.
Sobre todo preocupaban las fragmentaciones y fisuras ya que a corto plazo podrían causar el desprendimiento de partes de la gárgola. No había riesgo inmediato de desprenderse pero el paso del tiempo la había afectado por el material a la intemperie.
La intervención también debería servir para que esa pieza pueda llegar a ser un símbolo de la localidad. No son las célebres gárgolas de Notre Dame, «pero es la nuestra y tiene un gran valor estético y simbólico», señala el director de la Fundació Fenosa, Josep Miquel Garcia.
Pero ahí seguía ese pétreo testigo de la historia viendo pasar el tiempo sin que muchos mirasen hacia arriba.
