El alcalde de Salou ve «irresponsable» la concentración por la República del próximo día 22

Pere Granados solicita por partida doble a la Generalitat que reconsidere la decisión de autorizar la manifestación de la ANC alegando que es un riesgo de contagio por la Covid-19

14 agosto 2020 07:10 | Actualizado a 17 agosto 2020 08:16
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Nuevamente Salou volverá a vivir durante el mes de agosto (concretamente el próximo sábado 22, a las 19 horas) una manifestación independentista en el Passeig Jaume I. En esta ocasión no será una marcha sino una concentración, según han señalado fuentes de la organización. En cualquier caso, la polémica está servida una vez más (con sus defensores y detractores) y ha sido el propio alcalde, Pere Granados, quien ha solicitado a la Generalitat que deniegue la autorización de dicho acto.

Es el tercer verano consecutivo que se convoca una protesta independentista en el paseo marítimo. En los años anteriores, el gobierno local también se opuso porque consideraba que perjudicaba la imagen del municipio, que recibe a muchos visitantes del resto del Estado con «diferentes sensibilidades». En este sentido, Granados recuerda que en 2018 la junta de portavoces ya rubricó un acuerdo municipal para evitar actos de carácter político en las zonas turísticas de la ciudad «con el fin de no herir ni perturbar ninguna sensibilidad política de nuestros visitantes» y de proteger los intereses generales de la población, facilitando, sin embargo, itinerarios y lugares alternativos para dar cumplimiento y garantizar el derecho de manifestación».

Mediante sendas misivas al conseller de Interior, Miquel Buch, y a la consellera de Salut, Alba Vergés, el alcalde les pide que reconsideren su decisión de autorizar la concentración de la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, teniendo en cuenta las circunstancias actuales de pandemia y contaminación vírica y la preocupación manifiesta del Govern sobre la transmisión de la Covid-19, en Catalunya.

Además, Granados (que lidera el grupo Sumem per Salou) apela en la misma «al sentido de la responsabilidad y el deber del Govern de la Generalitat de hacer cumplir las normas sanitarias que en estos momentos deben prevalecer por encima de cualquier otro derecho que no sea el de la salud de las personas. Por este motivo, Granados argumenta que «habría que considerar con más rigurosidad y con perspectiva de proteger la salud de las personas la autorización de actos como el que nos ocupa, que conllevan aglomeración de personas y un riesgo importante de incremento de casos de infección». Y añade que «es un acto de irresponsabilidad convocar una concentración de este tipo en el momento de pandemia que estamos viviendo».

Además, el Ayuntamiento afirma que hay «inquietud y preocupación» de muchas entidades turísticas empresariales y profesionales de la Costa Daurada, «ya que Salou es un municipio de gran dinamismo turístico, que acoge visitantes de diversas sensibilidades que buscan un destino tranquilo y seguro para pasar sus días de vacaciones», según recoge en un comunicado.

Por su parte, el grupo municipal del PP también se muestra partidario de impedir la protesta independentista porque cree no es compatible con «intentar promocionar el turismo nacional». Los populares también temen que pueda perjudicar la imagen turística del municipio.

«Una monarquía bananera»

Sin embargo, todo ello contrasta con el carácter prudencial que ofrecen quienes apoyan la concentración. Después de que en 2018 y en 2019 se convocaran sendos paseos, este año se ha impulsado una ‘Concentració per la Repúblic’a. Según el cartel difundido por la ANC, los asistentes deberán llevar mascarilla obligatoria y respetar la distancia de dos metros de seguridad.

Ayer era Marçal Curto, líder y concejal de ERC en Salou, quien recordaba que ellos no organizan la concentración pero que están a favor de su celebración y que harán todo lo posible para que se lleve a cabo. «El alcalde este año se refugia en la Covid-19, pero es que el año pasado decía que era antidemocrático. El alcalde invita a todo el mundo a venir a Salou, pero los propios habitantes de la localidad no pueden expresarse libremente supuestamente por la Covid-19» dice Curto, y añade que «no es más que un acto fascista bajo una monarquía bananera».

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