El casal okupa de Torredembarra logra una prórroga al desahucio

El titular quiere recuperar las naves que hasta 2008 fueron la sede de una empresa de construcción que la crisis se llevó por delante

27 mayo 2021 21:50 | Actualizado a 28 mayo 2021 11:15
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En el lateral de la T-214, a pocos metros de la entrada a la avenida Catalunya de Torredembarra, dos palmeras flanquean la entrada de lo que en su día fue la sede de Construcciones Loroga. En la parte superior había las oficinas. En la inferior un almacén con la maquinaria.

En 2008 la crisis se llevó por delante a la empresa y las naves se vaciaron. Luego vinieron los robos de material y la degradación que se prolongó durante seis años, convirtiendo aquellas naves industriales en unos edificios sacados de un conflicto bélico.

En 2014, un grupo de personas de la localidad decidieron okupar las dos naves, situadas en el número 87 de esta carretera (T-214) y empezar a construir desde la diversidad y la autogestión una serie de talleres, actividades, charlas e incluso pases cinematográficos para dignificar un espacio abandonado (se conoce popularmente en Torredembarra como Les Naus) que se había convertido en un agujero de suciedad.

Así nació el Centre Social Ocupat Autogestionat (CSOA) que frenó el deterioro del espacio de la antigua sede de la empresa Loroga. Las naves, pero, seguían teniendo un propietario y la presencia de estos colectivos antisistema no dejaba de ser una okupación ilegal.

La orden judicial

La sociedad Anida Operaciones Singulares, propietaria de estas dos naves de Torredembarra, inició un desahucio por precario: un proceso judicial para recuperar la propiedad.

El Juzgado de El Vendrell falló a favor de los titulares del inmueble y se fijó para ayer la recuperación de las dos naves El colectivo de jóvenes considera que la propietaria solo quiere especular con estos activos y quiere mantener su espíritu libertario y las actividades que allí se celebran.

Por esta razón, y ante el conocimiento de la fecha del desahucio, ayer se organizó un encuentro a las 10 horas para ofrecer resistencia en caso de obligarlos a marcharse del lugar. Se hizo con un pretexto gastronómico de un desayuno con chocolate caliente. Y con el estómago lleno, a las 11 horas, ya estaban preparados para resistir y luchar contra la orden judicial que les obliga a marcharse de Les Naus.

Desde las 9 de la mañana hasta la llegada de la comitiva judicial, poco después de las 11.30 horas, se llegaron a reunir hasta 70 personas de diferentes edades, pero con el mismo objetivo: defender lo que consideran su «casal» y evitar que las naves vuelvan a ser objeto de especulación inmobiliaria.

La comitiva judicial habló con una portavoz, que es abogada, para buscar una solución beneficiosa para las dos partes. Sin embargo, la representante de la empresa propietaria quería el desalojo inmediato y recuperar las naves. Incluso había contratado a personal de una empresa de seguridad para que asumieran la vigilancia una vez las naves quedaran sin okupas.

Sin embargo, antes de que la tensión terminara con la llamada ala fuerza pública, la representante del juzgado de El Vendrell, y hablando con las dos partes, logró tiempo. Se acordaron dos semanas como máximo para dejar libre esta propiedad privada y sin posibilidad de permanecer en ella. En caso de no hacerlo, la próxima convocatoria de desahucio deberá ir acompañada por los antidisturbios de los Mossos. Fue una prórroga a lo inevitable.

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