El cine de Cambrils, en riesgo de cierre

Olwyn Films, empresa encargada de la gestión del espacio, se queja del trato que recibe por parte del consistorio

25 enero 2018 09:37 | Actualizado a 25 enero 2018 09:45
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El cine Rambla de l’Art de Cambrils podría tener los días contados si la situación económica no cambia. La baja afluencia de público y los impuestos municipales han provocado que Olwyn Films, empresa encargada de la gestión del espacio, atraviese un momento muy delicado que podría derivar en un cierre definitivo.

Antoni Badimon, responsable de la compañía, se queja del trato que está recibiendo por parte del Ayuntamiento, ya que en vez de ayudar a que el proyecto sea un éxito, lo está «machacando innecesariamente» con impuestos que él cree que no debería asumir.

«El consistorio ve el cine como un servicio, no lo valora como un espacio de lujo cultural», asegura

Según el empresario, la corporación le reclama que pague el IBI del espacio pero él se ha negado. «Cuando ellos gestionaban el cine no lo pagaban y ahora dicen que yo lo tengo que abonar, cuando no consta en el convenio.

No recibo ningún tipo de apoyo y no me refiero a económico, sino a una promoción de la cartelera y actividades que programamos. Estoy muy enfadado porque todo son buenas palabras y no consigo nada», afirma el gestor, que añade que en los últimos meses ha tenido que recortar la plantilla y ha pasado de cuatro a dos trabajadores.

Programación de calidad

Badimon defiende que el cine de Cambrils tiene una programación de «calidad, de primer nivel». El empresario ha hecho una apuesta por el cine independiente, también por el comercial, ofreciendo una oferta variable y disponible también sen versión original.

Además, el espacio cuenta con una zona de alquiler de películas y también funciona como una sala de exposiciones.

«Hacemos una programación para la ciudad. Cambrils no es un pueblo que quiera un cine que solo funcione en fin de semana. El cine es una herramienta que las personas pueden utilizar cualquier día de la semana. Aquí viene gente desde Falset hasta Tarragona porque valoran que haya un cine que no solo se centre en propuestas comerciales, nosotros hacemos cine europeo», afirma. 

El empresario asegura que aguantará el proyecto porque es lo que quiere hacer aunque esté perdiendo dinero.

«Llevo mucho tiempo batallando para hacer un oferta única en Tarragona. Me sabe mal que el consistorio no lo valore. No puedo hacer todo lo que quiero porque también hay muchas distribuidoras que ponen problemas. Por eso quiero que donde yo no llegue, que el Ayuntamiento me ayude, que dediquen dinero para promocionar la cultura porque tienen medios para hacerlo. No cierro el cine porque le tengo mucha estima y porque me comprometí a llevarlo durante diez años», manifiesta. 

Recogida de firmas

La Associació Cultural Cinematográfica del Camp de Tarragona y Les Terres de l’Ebre se ha movilizado para evitar el cierre del equipamiento.

En las últimas semanas han difundido un manifiesto en el que alertan de la delicada situación. «Es surrealista que ahora Olwyn Films tenga que pagar el IBI por estar en un local municipal. El cine no es solo entretenimiento, también es cultura», afirma el presidente de la entidad, Víctor Feliu.

Desde la organización se ha iniciado una recogida de firmas para pedir al consistorio que haga más difusión de la programación semanal y colabore con el buen funcionamiento de la sala.

«Están ahogando con impuestos a un empresario que ha apostado por hacer una oferta completamente diferente a los multicines», señala Feliu, que lamenta que la sala cambrilense no tenga la repercusión que se merece. «Ha habido veces que no se ha proyectado la película porque no había público. La costumbre de ir al cine se ha perdido. Queremos recuperar el cine de proximidad, que la gente lo aprecie».

En esta línea, la asociación colabora con Olwyn Films en la organización del Sopar de Cine, donde también se implican varios restauradores cambrilenses.

El consistorio cede 2 carteleras

Fuentes del Ayuntamiento han apuntado que Olwyn Films está «obligado» a pagar el IBI porque es el titular de una concesión administrativa sobre un bien inmueble.

Por otro lado, afirman que su intención siempre ha sido la de ayudar al Rambla de l’Art y por este motivo en 2016 incorporaron en las ordenanzas fiscales una bonificación desde el 95 al 100% de la cuota a favor de los inmuebles que desarrollen actividades declaradas de especial interés o utilidad municipal.

El problema es que esta rebaja solo se puede aplicar si no hay deudas pendientes, y en el caso del cine aún está pendiente liquidar el impuesto de los años anteriores. 

Como muestra del apoyo al proyecto, la concejalía de Cultura promociona las actividades semanales en sus redes sociales y hn cedido dos carteleras. En las próximas semanas también se colocaran más puntos informativos en «lugares estratégicos» para ayudar a dar un impulso al espacio. 

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