El colegio de L'Arboç estrena los esperados lavabos y suprime barracones

Sin embargo la demanda en la localidad sigue siendo construir un nuevo centro

11 septiembre 2019 17:55 | Actualizado a 11 septiembre 2019 18:04
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Un grupo de padres y miembros del Ayuntamiento, entre los que estaba el alcalde y diversos concejales, ultimaron ayer la puesta a punto de la escuela Sant Julià de L’Arboç para poder empezar este jueves las clases con normalidad. 

El inicio de las clases estaba  especialmente pendiente de una obra que se reclamaba desde hacía tiempo sin que se hubiese puesto remedio.
El Ayuntamiento ha destinado 100.000 euros para renovar todos los lavabos del edificio, tanto los de alumnos como los de los profesores, además de construir uno adaptado para personas con movilidad reducida.

También durante el verano se ha acondicionado el patio ya que presentaba muchas deficiencias en el pavimento  y se ha construido una rampa de acceso al patio interior de la escuela que permite el acceso directo a los vehículos de urgencias para casos de emergencia.

Presupuestos participativos
Las obras han costado 100.000 euros. 40.000 proceden de la partida reservada para los presupuestos participativos ya que la obra de acondicionamiento de los lavabos fue una de las propuestas ganadoras votadas por los vecinos. Los otros 60.000 euros los ha incorporado el consistorio en los presupuestos para cubrir las obras de los lavabos.

El Ayuntamiento explica que durante los últimos meses el departamento de Ensenyament de la Generalitat también ha realizado obras en la escuela que han consistido en habilitar una salida de emergencias para dar cumplimiento a la actual normativa, y se han modificado una serie de tabiques de separación de las aulas para mejorar el aprovechamiento de espacio y ganar capacidad para alumnos.

Más espacio
Con esta modificación de espacios, la Generalitat ha podido eliminar para estudiantes los barracones que había en la escuela y que también tenían los lavabos embozados.

Portátiles
A finales del pasado curso, los padres de alumnos denunciaron que sus hijos llegaban a casa con las piernas sucias de los productos desinfectantes empleados en los lavabos portátiles que se instalaron para los escolares de P3 y P4 en la escuela Sant Julià de L’Arboç. Esos módulos se colocaron durante unos días hasta que se optó por usar una succionadora para desembozar las canalizaciones.

Antes de la obra para hacer los nuevos lavabos que ahora se estrenarán el Ayuntamiento ya había invertido 300.000 euros en la escuela para realizar diferentes reparaciones. Pero desde el consistorio reiteran que el colegio está en un edificio muy antiguo y que la necesidad sería que la Generalitat construyese un nuevo centro.

El alcalde Joan Sans considera que las modificaciones internas para ganar espacio se gana tiempo de capacidad para el centro. «Pero creemos que la solución más adecuada sigue siendo que se haga un nuevo colegio».

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