Aceleró. Inconscientemente o por culpa de los efectos del alcohol, el hombre decidió marcharse del control entrar en la N-340 y esquivar la persecución policial que se originó.
Antes de acelerar, marcharse y huir de la Policía Local, que no lo interceptó, en la madrugada del jueves, el conductor paró en un control rutinario que había establecido la Policía Local de Cambrils.
Los agentes sometieron al conductor a la prueba de alcoholemia, que certificó las sospechas. Conducía ebrio. Multiplicó por cuatro la tasa de alcohol permitida.
Además, al entrar sus datos en el ordenador, el hombre tiene el permiso de conducir suspendido judicialmente y no consta que lo haya recuperado con el curso de reeducación vial.
Mientras se llevaban a cabo los trámites para abrir diligencias penales al conductor (delito contra la seguridad del tráfico), el hombre decidió acelerar y huir del control en dirección a la N-340.
La reacción del conductor fue respondida con una persecución, pero el Nissan que llevaba el infractor logró salir del campo visual de los agentes y huir. A pesar del estado de embriaguez, no se supo de ningún accidente en las siguientes horas.
Los datos del conductor y el coche están fichados, por lo que se tardará poco en dar con él e imputarle los delitos correspondientes.