El destino del Casal de Cunit enfrenta a los vecinos

Durante años concentró la actividad social de Cunit. En el centro del núcleo histórico, el edificio de Casal Municipal tenía su bar y acogía actividades para todas las edades. También una biblioteca y un gimnasio.

Pero de aquella actividad que reunía a los vecinos no queda nada. Ni el bar está abierto. En los últimos años hasta tres iniciativas han intentado por lo menos gestionar el bar. Pero han ido cerrando. Y el edificio, que es municipal, está cerrado.

Reabrirlo
Vecinos y comerciantes piden reabrirlo y que impulse actividades para evitar la cada vez mayor decadencia del casco histórico. Hace años que el centro de ocio con el gimnasio o la piscina, las actividades y oferta de restauración, comercial e incluso de  bancos se ha trasladado a la nueva de crecimiento urbano.

Y el centro histórico, como lamentan los vecinos, está cada vez más desolado. El edificio del Casal Municipal es para muchos la tabla de salvación para atraer a vecinos y visitantes al centro. Abrir el bar y dotar al resto del edificio de actividades consideran que debe ser un revulsivo que anime a a la zona.

Exposición
Pero no se han encontrado muchas iniciativas. Una que el equipo de gobierno considera viable e interesante, por la entidad que se ha ofrecido a impulsarla a petición del Ayuntamiento, encuentra recelo en comerciantes y vecinos. La pasada semana hubo reuniones para presentar el proyecto de la Fundació Santa Teresa. Pero ante la respuesta inicial, el Consistorio señala que habrá más debate.

La Fundación Santa Teresa es una entidad que trabaja con personas con discapacidad de diferentes grados a quienes ofrece desde talleres laborales a formación para facilitar su inserción laboral. También ayuda a jóvenes y a colectivos con dificultades a encontrar un empleo.

Formación
El Ayuntamiento de Cunit y la Fundació Santa Teresa sondearon la posibilidad y llegaron a un inicio de acuerdo para que la entidad gestionase el bar del Casal, que serviría para formar como camarero a personas para ayudarles a encontrar empleo. También gestionaría en el edificio las actividades que ya impulsa en otros centros o aquellas que pudiesen sugerir los vecinos.

Pero tanto en la reunión a la que se convocó a los comerciantes, como la que estaba abierta a vecinos, la respuesta fue de recelo hacia esa propuesta. Algunos de los asistentes llegaron a dudar del personal que atendería al centro.

¿Entonces ¿qué?
Otros consideran que un centro de formación centrado en el bar no lograría la pretendida dinamización del centro urbano como para evitar a fugas de vecinos a la nueva zona de actividad comercial y lúdica.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que tres intentos de iniciativa privada para gestionar el bar han fracasado y que la Fundació Santa Teresa llega con un proyecto que permite no sólo tener abierta esa sala sino desarrollar actividades abiertas a todos los vecinos de manera inmediata.