La Festa Major de Sant Pere de Cambrils vivió ayer otra jornada marcada por la tradición y el ambiente festivo, que culminó con la espectacularidad de la Trobada de Bèsties de Foc.
La cita arrancó pasadas las diez de la noche y animó las calles del puerto, que ya respiran el ambiente típico de plena temporada alta. Los participantes llegaron a Cambrils procedentes de varios puntos de Catalunya y, tras el pasacalles, ya casi a medianoche, participaron en el Concurs d’Enceses.
Horas antes, la protagonista de la jornada fue la tradición marinera, con la XIII Festa de l’Ormeig, organizada por la asociación Arjau de Vela Llatina y que tuvo como epicentro la playa del Regueral.