El Bot Salvavides de Calafell, un elemento del patrimonio local y pieza única en Catalunya, se ha convertido en una especie de columpio y zona de juegos para muchos niños con el beneplácito de sus padres.
Durante los días de Semana Santa la histórica embarcación es abordada por decenas de niños y jóvenes que incluso utilizan un tablón para acceder a la barca. Muchos saltan e incluso intentan hacer pintadas en su quilla.
Sin protección
La situación ha preocupado a muchos vecinos que temen que la barca símbolo de Calafell sufra daños y recuerdan el elevado coste de mantenimiento que tiene. En este sentido, se sorprenden de que esta temporada la barca haya estado todo el invierno sobre la arena de la playa sin ningún tipo de protección.
La que fue barca de rescate de marineros es propiedad del Ayuntamiento, pero la gestión para sus exhibiciones y promoción la tiene la entidad Bot Salvavides de Calafell.
Los vecinos piden que se tomen medidas para evitar el vandalismo con la histórica nave.