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El miércoles poco antes del mediodía, una joven de 15 años caminaba por el paseo Jaume I. De repente, un coche de color negro se paró a su lado y el conductor se dirigió a ella como policía.
La invitó a subir al coche alegando que no podía estar caminando a esas horas por la calle y se identificó como agente, pero sin enseñar ninguna acreditación. El conductor llevaba mascarilla. La joven no se fio y decidió acelerar el paso y salir del campo visual del coche. El conductor, subió la ventanilla y se marchó.
Al día siguiente, jueves, la joven y su madre se personaron en la comisaría de Mossos d'Esquadra y explicaron lo que había ocurrido 24 horas antes en el paseo marítimo de Salou.
Los Mossos recopilaron los datos facilitados por la menor (modelo de coche, aspecto del hombre a pesar de la mascarillas....) y activaron una alerta por si se producían casos similares.
Mossos admite que lo ocurrido no es delito porque la joven decidió actuar con sentido común y marcharse ante la sospecha que aquel conductor no era un agente de policía. Sin embargo apuntan las mismas fuentes de que se estará pendiente del coche por si se produce otro caso similar
