El mandato arranca en Cambrils con cambios, críticas y un «súper concejal»

El gobierno cambrilense aprueba el cartapacio municipal sin Artigau, que ocupa su nuevo sitio junto a una oposición que ya tiene un líder

11 julio 2019 07:30 | Actualizado a 17 julio 2019 12:29
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Breve pero intenso. Así fue el primer pleno del mandato 2019-2023 del Ayuntamiento de Cambrils. Una sesión en la que se aprobó el cartapacio municipal con críticas de la oposición y donde se vio a Joan Maria Artigau en su nuevo sitio como concejal no adscrito. De hecho, el exmiembro de Junts x Cambrils fue el gran protagonista al inicio, cuando pronunció un discurso muy duro contra el portavoz del partido, Lluís Abella, y la alcaldesa, Camí Mendoza, a quien acusó de ser «cómplice» de la situación que han «forzado» sus excompañeros.

«En contra de mi voluntad en estos cuatro años estaré como concejal no adscrito», afirmó el edil, que cuestionó la credibilidad de su exformación. «Ha sido una decisión unilateral sin sentido común. Es verdad que me mostré crítico a nivel interno cuando supe cómo se habían llevado a cabo las negociaciones para formar el gobierno. ¿Pensar diferente es un hecho para expulsar, señor Abella? Esto es la propia dictadura vestida con traje y corbata. Tu propio partido te censura, te expulsa y es incapaz de encontrar una solución tan sencilla como utilizar el diálogo», manifestó Artigau, que declaró que era un «crimen político» y reconoció que «este gobierno no me representa». Una serie de acusaciones que tanto Abella como Mendoza prefirieron no responder.

Los que sí entraron fueron los concejales de la oposición. David Chatelain, del PP, se perfiló como el nuevo líder del grupo criticando con dureza la lentitud del gobierno para aprobar el cartapacio y su poca comunicación con la oposición, sin duda, una de las grandes asignaturas pendientes en este mandato. Ana López, del PSC, mostró su predisposición a llegar a acuerdos con el gobierno y tildó el problema con Artigau como una muestra más de la «falta de transparencia» y Juan Carlos Romera, de Cs, aseguró que la legislatura «no empieza bien».

El nuevo gobierno, al detalle

En la sesión se aprobó el reparto de concejalías. Alejandro García se ocupará de Ensenyament i Polítiques Actives d’Ocupació y Recursos Humans; Cinta Ballesté, de Cultura i Festes; Eduard Pellicer, de Govern Obert i Contractació; Hélène Arcelin, de Benestar, Drets Socials i Salut; Jaume Gila, de Hisenda; Lluís Abella, de Serveis, Medi Ambient i Protecció Ciutadana; Marta Borràs, Projecció Exterior i Turisme; Oliver Klein, de Promoció Econòmica, Participació Ciutadana i Cooperació; Enric Daza, de Urbanisme, Obra Pública i Activitats, y Natàlia Pleguezuelos, de Esports y Joventut.

Asimismo se avalaron las seis tenencias de alcaldía, los concejales de barrio, las comisiones informativas y las retribuciones económicas. Cabe destacar que se pasará de las cinco dedicaciones exclusivas del anterior mandato a tres. Mendoza cobrará 52.682 euros anuales y Abella y Arcelin, 42.435 euros. El resto del gobierno tendrá dedicación parcial con un sueldo de 32.287,50 euros. Por su parte los miembros de la oposición cobrarán 12.269,25 euros. Otra parte que generó controversia fue la jefa de gabinete de alcaldía, un cargo de confianza que percibirá 42.783 euros anuales y que la oposición preguntó en varias ocasiones cuáles son sus funciones.

También se puso en duda el nuevo cargo de regidor adjunto a la alcaldía, labor que realizará Alejandro García. Un «súper concejal», como tildó Romera, que se encargará de hacer un seguimiento político del Plan de Acción Municipal.

Para información del lector, el pleno ordinario se celebrará el último lunes de cada mes a las 11.30 horas. Un nuevo curso político que se prevé complicado pero también apasionante.

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