El pistolero de Gavà entra en prisión sin decir ni una palabra

El que fue veterinario en Calafell está acusado de dos asesinatos y tres intentos de homicidio

09 julio 2017 15:40 | Actualizado a 28 noviembre 2017 13:34
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Prisión provisional comunicada y sin fianza es lo que ha decretado el juez de Vilanova para Jorge Casas Cordero. Se le imputan  dos asesinatos y tres tentativas de homicidio. El detenido ha evitado hacer declaraciones.

El acusado había mantenido absoluto silencio desde que fue arrestado tras una tensa persecución después de tirotear a dos policías locales de Gavà a los que dejó gravemente heridos.

Silencio
Durante los dos días que estuvo hospitalizado a causa de las heridas en un brazo y una pierna por disparos de los mossos tras una persecución para detenerle, ha permanecido en el más absoluto silencio.

El que fue durante un año veterinario en una clínica de Calafell, hasta que fue despedido en Semana Santa, ya fue dado de alta y ante el juez de Vilanova i la Geltrú ha guardado silencio.

Ni una palabra
Ni una palabra para defenderse o para explicar por qué mató de un tiro a su ex suegro en Miami Platja y a un camarero de Vilanova i la Geltrú. Y sobre qué buscaba en el funeral de su segunda víctima y padre de su ex compañera.

El comportamiento de ese veterinario, que muchos vecinos del Baix Penedès recuerdan por su correcto trato a los animales y porque se negaba a aplicar eutanasias e incluso esterilizaciones, sorprende a quienes le conocían en su faceta profesional.

Reservado
Coinciden en que era muy reservado y callado. Incluso se explica que en los últimos meses apenas se relacionaba y pasaba el día encerrado en su casa de Canyelles (Garraf). Allí atesoraba una colección de armas blancas y munición.

El silencio de Jordi Casas mantiene la incógnita de por qué mató a su ex  suegro y al camarero del bar Sindicat de Vilanova, con quien no se ha encontrado ninguna vinculación.

 El camarero sólo llevaba trabajando en el local dos meses. En el ataque de Vilanova también resultó herida de gravedad la propietaria, que sigue hospitalizada y asegura que no conocía de nada al agresor.

Camuflado
Tampoco precisa el arrestado por qué mató a su ex  suegro Miguel Martín Vargas, camionero de 63 años, en su chalet de Miami Platja. Y mucho menos qué hacía camuflado en el funeral del ex suegro con un rifle de asalto hasta que fue descubierto por dos policías locales que al darle el alto recibieron varios tiros.

La ex pareja del arrestado, con quien estuvo seis años,  ha declarado que hacía tiempo que el hombre «desvariaba y decía que era el Mesías». Ante el silencio de Jorge Casas, el juzgado pedirá un informe psiquiátrico sobre la salud mental del acusado.

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