El policía que disparó y mató a un rottweiler en Calafell no será juzgado

La Audiencia considera que no cometió ningún delito sino que se defendió del ataque

10 junio 2021 05:40 | Actualizado a 10 junio 2021 08:08
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El caso del perro rottweiler abatido a tiros por un policía local de Calafell que veía peligrar su vida al verse acorralado por el can no llegará finalmente a juicio. La Audiencia de Tarragona, al contrario que el juez instructor, considera que la actuación del agente no fue «injustificada ni arbitraria», ya que la misma «respondió a una situación en la que tuvo que hacer frente a un animal que estaba agresivo». Así lo recoge un auto de la Sección Cuarta al que ha tenido acceso el Diari.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 11 de enero de 2019 en la calle Empúries, en la urbanización Valldemar de Calafell. Un vecino llamó porque un perro de raza rottweiler andaba suelto en la vía pública, sin bozal alguno, lo que impedía a dicho vecino salir de su casa debido al temor que le infundía el can, el cual solía deambular suelto por dicha calle.

De la versión fáctica contenida en la instrucción –basada principalmente en la versión del policía, de su compañero y del vecino que les llamó– se evidencia que cuando llegó la patrulla policial, el ahora encausado bajó del vehículo y se dirigió hacia la vivienda en la que les habían indicado que podría hallarse la dueña del perro.

Agresiva

Este se dirigió hacia el agente de manera agresiva, mostrándole los dientes y haciendo ademán de ir a atacarlo, e incluso intentó morderle las piernas. A continuación, el agente trató de apartar al perro, chillándole y recurriendo incluso a la defensa personal. Pero el can no cesó en su actitud, hasta que en un momento determinado, el policía, «al verse acorralado por el animal, sacó el arma reglamentaria y le disparó en cinco ocasiones, impactando en tres de ellas en la cabeza y región torácica del can, lo que le ocasionó su muerte casi de manera inmediata».

El juez de la causa, tras haber finalizado la instrucción, decidió dictar auto de incoación de procedimiento abreviado contra el agente por un delito de maltrato animal. La abogada del procesado presentó un recurso de apelación ante la Audiencia contra el procesamiento de su cliente, al que se adhirió el fiscal, mientras que la Associació d’Advocats en Defensa Animal de Tarragona (ADAT) lo impugnó.

«Una necesidad»

En su recurso, el acusado apuntaba que de las actuaciones instructoras hechas evidenciaban que su acción de disparar con su arma al perro «no resultó injustificada sino que obedeció a la necesidad de defenderse ante la actitud agresiva del animal, que no cesaba en su intención de morderle».

Los magistrados de la Audiencia Provincial señalan que el juez instructor desgrana de manera correcta los hechos ocurridos pero, de manera errónea, dispone continuar con el procedimiento. Pero al Audiencia decide archivar el asunto en base a diversos motivos. En primer lugar, se trataba de un ejemplar de la raza rottweiler, de menos de dos años, macho, no castrado, con un peso aproximado de 36 kilos. En segundo lugar, era un perro que no estaba identificado ni tenía dueño conocido, deduciéndose de las declaraciones de los vecinos de la zona que solía estar en una de las propiedades de la calle Empúries, pero que solía deambular con la vía pública, sin collar ni bozal.

Cinco llamadas anteriores

Consta la existencia de hasta cinco intervenciones anteriores de la Policía Local en relación a llamadas efectuadas por vecinos de la zona que alertaban de la presencia de un perro en la vía pública. En algunas de ellas se avisaba que el animal estaba agresivo.

También consta el testimonio de varios vecinos que relataron sus vivencias en las ocasiones en las que tenían que salir de su vivienda y se encontraban en la vía pública con el animal. Algunos sí manifestaron que el can no tenía una actitud agresiva y solo iba en busca de comida. Pero también hay otros que coinciden a la hora de relatar el miedo que les infundía el animal en las ocasiones en las que tenían que salir de casa con sus hijos.

La persona que solicitó la presencia de la Policía Local describió algún encuentro con el animal en los días previos, en el que el perro había reaccionado de manera agresiva, teniendo incluso que hacer uso de un palo para evitar que le mordiera.

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