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La avenida de la luz que atraviesa por Calafell y Coma-ruga ya no lleva electricidad en muchos tramos. La línea alternativa que montó Endesa ya está operativa y las torres ahora enclavadas en centro urbanos de ambos municipios ya son solo estructuras previstas para ser retiradas.
De hecho técnicos de Endesa han comenzado a realizar los trabajos previos para preparar el desmantelamiento de una línea que llevaba más de medio siglo.
La nueva línea transcurre paralela a las autopistas AP-7 y C-32 por lo que el impacto urbano es menor. Son 12,2 kilómetros de cable sostenidos por 49 torres de unos 40 metros. La inversión ha sido de unos 4,6 millones.
La retirada de la torres comenzará ahora liberando una gran franja de terreno junto a la que han crecido los núcleos urbanos y que ahora son espacios principalmente verdes.
El tendido urbano que queda liberado de torres alta tensión es de más de 10 kilómetros que se libran de 56 estructuras de hierro.
Tanto El Vendrell como Calafell pueden estudiar ahora qué usos dar a lo que es un gran corredor verde. Tras años soportando el impacto de la línea, el objetivo deberían ser usos sociales con espacios verdes e incluso áreas para la práctica deportiva.
Endesa confirma que ha comenzado los trabajos previos para desmontar las torres, pero para ese desmantelamiento todavía no hay fecha ni si comenzará por Calafell o El Vendrell. Una vez iniciados, los trabajos pueden durar dos meses.
