El salouense Lucas del Paso bate el récord Guinness sobre moto acuática

El salouense pilota la embarcación a motor sin ayuda en el agua y supera en 508 kilómetros la anterior marca

07 octubre 2019 08:20 | Actualizado a 07 octubre 2019 08:27
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El libro Guinness World Records lleva registrando marcas mundiales desde el año 1955. Es difícil entrar en él pero más complicado es hallar en sus páginas el nombre de algún salouense. Sin embargo, desde el miércoles Lucas del Paso ha añadido su nombre con letras de oro a la lista de proezas marinas de los últimos tiempos.

No será hasta dentro de unos días cuando se produzca la confirmación oficial de ello. Exactamente, el próximo día 21. De momento, ya son muchos los medios de comunicación de España, Italia, Portugal y de media Europa que se han hecho eco de la noticia.

Su aventura en solitario comenzó en Sagres, a lo largo de la costa portuguesa, y terminó el pasado 2 de octubre en la playa italiana de Saprese. «Ha salido todo muy bien. Estoy muy contento, porque además he logrado reventar el anterior récord», explica De Lucas, quien coronó su marca el pasado día 2 en Sapri, realizando 122 kilómetros más de los previstos (75,9 millas). Aunque en un principio tenía previsto finalizar en Pompeya, un amigo suyo de Sapri, un pizzero de Barcelona, le sugirió la hermosa costa sapresi. Lucas no dudó en aceptar la propuesta.

El récord anterior se había establecido en recorrer en moto acuática 3.074 kilómetros sin ayuda en el agua haciendo el trayecto en 40 días. El abogado salouense ha tardado sólo 15 días en atravesar 3.582 kilómetros de costa. Es decir, 508 kilómetros más en menos de la mitad de tiempo.

Estrella en el Salón Náutico

Lucas salió de aguas lusas el pasado 16 de septiembre para hacer escala en Salou el 24 del mismo mes, lo que suponía el meridiano de su recorrido. Fue el día que aprovechó para coger fuerzas y reunirse con su familia, que le animó a completar la hazaña mundial.

«Ha sido muy, muy duro... Pero también muy bonito», fueron sus primeras palabras a su llegada a Ibiza, donde descansa hasta que a finales de semana se convierta en una de las estrellas del Salón Náutico de Barcelona, junto con su Yamaha. Probablemente, el hecho de hacer frente a numerosos contratiempos e inconvenientes le han servido para valorar aún más la gesta que ha materializado.

Con toda seguridad, el momento en que todo pareció torcerse fue el día en que atravesó la Reserva Natural del Lago Burano, un oasis entre el mar y el lago de más de 410 hectáreas entre Ansedonia y Chiarone. «Estaba a sólo 100 kilómetros de llegar a Roma y era el día en que iba a batir el récord del mundo», relata el joven salouense. ¿Cómo se complicó todo? «Fue terrible porque se partió un cable de alimentación de la moto y tuve que llegar remando hasta la orilla. ¡Suerte que era una playa! Porque minutos antes había pasado por unos acantilados y allí hubiera sido casi imposible solucionarlo. Aquello fue una cura de humildad», explica aliviado.

Era recibido como un héroe en los puertos de Francia e Italia. «La gente ha sido espectacular conmigo. Les doy las gracias a todos ellos», remata.

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