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La llegada del tercer fil ferroviario al Baix Penedès ha levantado intranquilidad a los vecinos del núcleo urbano de El Vendrell, de Coma-ruga y del Francàs, que viven junto a las vías.
Los vecinos temen que con el tendido de ese tercer raíl para adaptar la vía al ancho europeo, aumente el número de tránsitos de trenes, por lo que el ruido que deberán soportar es mayor.
No caben
Sin embargo desde el gestor ferroviario Adfif descartan que el tercer fil conlleve un incremento de paso de trenes. Sencillamente porque no caben en una línea ya muy saturada por tránsitos de pasajeros y de mercancías.
No hay espacio para incorporar más trenes entre unos y otros por una cuestión de seguridad. Esos espacios entre formaciones, conocidos en el vocabulario ferroviario como surcos, son imprescindibles para la seguridad del servicio.
No serán más rápidos
Adif también descarta otra de las preocupaciones de los vecinos y que es un temido aumento de la velocidad de los trenes. Pero el tercer fil no prepara a la vía para aumentar la velocidad ni para el paso de unidades de AVE.
El rail paralelo para adaptar la vía al ancho europeo es para que un tren que salga del centro de Europa pueda seguir el trayecto por el corredor mediterráneo sin necesidad de tener que hacer el obligado traspaso de mercancías en Portbou, como debe hacerse ahora.
Pero no irán más a más velocidad. La vía actual está preparada para una velocidad máxima de 140 km/h a los que ahora ya no se llega. El radio de curvas y el paso por estaciones y zonas urbanas impide llegar a ese máximo, a diferencia del trazado de alta velocidad, con otras características para la rapidez.
Los vecinos y el Ayuntamiento de El Vendrell también temen un crecimiento de la longitud de los trenes para una mayor rentabilidad. Pero Adif también niega esa posibilidad. En España las formaciones tienen 750 metros y no está previsto llegar hasta el kilómetro como sucede en otros países con otro tipo de orografía como Estados Unidos.
La lanzadera
Todas esas circunstancias están condicionadas por la saturación de la vía y por el que no quepan más trenes. En este sentido también queda descartada la propuesta que hizo la concejal Eva Serramià de activar una lanzadera que una a las estaciones de El Vendrell y de Sant Vicenç de Calders para facilitar la conexión.
Pero ya hay muchos trenes en ese trayecto. No sólo de viajeros, que están sujetos a unos horarios comerciales, sino también de mercancías que no tienen ese horario. Por ello Adif también considera imposible implantar una lanzadera ferroviaria que además sería poco rentable por el coste y el número de usuarios durante el año.
Otra de las demandas del Ayuntamiento de El Vendrell y de los vecinos que viven junto a las vías es que se dote a la línea de pantallas sonoras que minimicen el ruido. La petición de las barreras sonoras ya se hizo hace años, pero no se han instalado. De momento la obra del tercer fil no contempla las pantallas.
