El tripartito de Cambrils todavía sigue 'vivo'

ERC y PDeCAT afirman que todo va bien con el PSC. Los socialistas pedían una muestra de apoyo. Y llegó ayer jueves, en forma de comunicado

01 junio 2018 18:47 | Actualizado a 01 junio 2018 18:56
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Que hay diferencias en el gobierno municipal de Cambrils lo sabe todo el mundo. Como ocurre en la mayoría de coaliciones, de hecho. Pero las discrepancias se evidenciaron la semana pasada en un pleno donde la tensión llegó a límites difíciles de sostener. Se hizo visible lo que muchos decían desde hacía tiempo, con un ‘pique’ entre las portavoces de ERC y el PSC, Camí Mendoza y Ana López –recordemos que en Cambrils gobiernan ERC, PDeCAT y PSC–.

Han pasado unos días y poco más se ha dicho al respecto. «Hay que estar pendientes. El pacto podría romperse un día de estos», señalaban algunas voces próximas al gobierno local. Pero ahora han querido calmar las aguas.

Eso sí, sin comparecencia pública. Con un breve comunicado enviado a la prensa por parte de ERC y PDeCAT, con el que quieren dejar claro que todo sigue en marcha. Que las cosas van bien con los socialistas. En definitiva, han querido frenar un poco la polémica de los últimos días.

Las diferencias salieron a la luz en el salón de plenos con el debate de una moción presentada por ERC y PDeCAT a favor del Comitè de Defensa de la República (CDR) de Cambrils. Un grupo que precisamente pide a ambos partidos independentistas que rompan el pacto con los socialistas.

ERC y el PDeCAT enviaron su comunicado ayer, casi una semana después de aquel pleno movidito. Allí manifestaron sus intenciones de mantener el acuerdo con los socialistas hasta las elecciones del año que viene. Su compromiso con el pacto firmado el 28 de mayo de 2015.

Aseguran que está «plenamente vigente», y que se comprometen «a garantizar la mejora de la ciudad, de la vida de la ciudadanía y de la estabilidad del gobierno de Cambrils». Por ello, los dos grupos insisten en que «en esto estamos dispuestos a seguir trabajando hasta el último día de esta legislatura».

ERC y PDeCAT reclaman que, al margen de las diferencias en su visión de país, el suyo es un acuerdo de ciudad. Que trabajan por y para Cambrils. Algo que que llevan diciendo desde que se formalizó el pacto, y cada vez que se evidencian las diferencias entre el tripartito. Insisten en que siguen «fieles a nuestros compromisos y mediante la negociación los partidos políticos que conforman el gobierno seguimos dirigiendo nuestra acción con un objetivo común y compartido, que es el bienestar de los cambrilenses».

En el pleno, Ana López se sintió ofendida. Interpeló el discurso de Mendoza y le dijo que si quería gobernar con el PSC debía hacerlo «con lealtad y honestidad». Quería una muestra de apoyo público. Pero no llegó. La alcaldesa no respondió. López dejó el pleno, afectada. «¿Quizás es un preludio del fin del pacto?», se preguntaban algunos. Pues parece que todavía aguantan. Y que ha llegado, de una forma u otra, esa muestra de apoyo que pedían.

Pero si hacemos política ficción, ¿cómo saldrían los números si se rompiera el pacto? En 2015 tenía números como posible socio el Nou Moviment Ciutadà (NMC). Pero no cuajó. Y ahora ya no sería posible. Dos de sus tres ediles se marcharon al grupo de no adscritos. ¿Podrían unirse quizás Cinta Ballesté (no adscrita) e Iván Sanz (AdC)?.

Aun así, seguirían en minoría. Sea como sea parece que la voluntad de los tres socios es aguantar, pese a las diferencias. De mantener su pacto de ciudad. Con políticas y propuestas locales. Pero la situación política del país ahí sigue. ¿Qué pasará con las pancartas? Quizás los rifirrafes se vayan repitiendo. Pero también, quizás, el pacto llegue hasta las municipales.

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